LA INDIA MELIYARÁ

La entrada de un gran almacén de discos en pleno centro de Ciudad de México, un desprevenido turista colombiano se encuentra con un gigantesco afiche. En la enorme fotografía, lo mismo que en las carátulas de cientos de discos ordenados en forma de pirámide, sonríe una mujer morena de dientes blancos y ojos indios.

Se demora algunos segundos y finalmente se convence: es la India Meliyará, la misma que ha escuchado en Colombia durante años, la misma de La Sonora Dinamita, la misma de las canciones de doble sentido que ha puesto a bailar a gente de todas las edades, la misma que aparece en los programas de televisión con una túnica guajira que se eleva con el viento mientras ella levanta los brazos al son de la cumbia.

El turista pronto comprueba que no es gratuito que esta mujer tenga un despliegue de tal magnitud en países como México y Estados Unidos, porque su voz que proyecta una alegría contagiosa se ha ido quedando en el corazón de millones de rumberos que la reconocen por temas como: El Empujaito, El apretón, La corazonada, La Conga, La africanita, El viejo del sombrerón, El foco y Mi cucú, entre otros.

Mélida Yará Yanguma nació en Natagaima, se siente orgullosa de su origen indio, de sus ancestros Nataga y Coy. Desde los 8 años, apoyada por su padre Antonio Yará y su madre Marina Yanguma, también músicos, comenzó a ser oída en las reuniones familiares y en la escuela. Ella sabía y sentía que podía cantar y que había nacido con ritmo, voz y talento.

A los 13 años representó a su región en distintos concursos para aficionados que patrocinaban las emisoras. Adquiere entonces experiencia y ve cercana la posibilidad de convertirse en cantante profesional. En 1972 inicia estudios musicales en el Conservatorio del Tolima donde se destaca entre las estudiantes de canto y es escogida como solista del Coro del Tolima, lo cual le da una mejor estructuración a su formación artística y musical. Ese mismo año gana el concurso Cantante del año Voz del Tolima.

En 1974 triunfa en el Concurso Nacional la Nueva Estrella de las Canciones organizado por la programadora Jorge Barón TV., lo cual le da derecho a grabar su primer disco como cantante profesional. A pesar de la baja calidad de la grabación, el talento de Meliyará se destaca y su canción Romance indio, del también tolimense Gonzalo Henao, logra impactar a los conocedores en el campo del disco.

En 1976 con Discos Orbe graba su primer álbum titulado Homenaje al maestro José Barros, uno de los mas grandes compositores de la música tropical colombiana, quien la había escuchado en un concurso de música en El Banco (Magdalena) y decidió proponer su voz para este disco. Este trabajo aparece simultáneamente en México y temas como El vaquero, La llorona loca, La ronda, Las pilanderas, Corazón atormentado, entre otros, lograron una gran aceptación.

Decide retirarse del Conservatorio donde llevaba seis años estudiando música para dedicarse únicamente a la promoción de sus discos. Debido al éxito logrado, sale al mercado su segundo trabajo, La reina de la cumbia con composiciones del maestro Lucho Bermúdez, consolidándose así como una de las mejores intérpretes de la música tropical colombiana.

En 1980 ocupa el primer lugar como mejor intérprete en el Festival de la Canción Colombiana para profesionales, realizado en la ciudad de Villavicencio. En este mismo año cambia de sello discográfico y se vincula a la nómina de una de las casas de más renombre en Colombia, Discos Fuentes, propietarios de La Sonora Dinamita. Los directores artísticos, teniendo en cuenta la trayectoria y calidad interpretativa de Meliyará, con la dirección de Julio Estrada, “Fruko”, deciden probar una fórmula que les resultó exitosa, grabar la Sonora Dinamita con una voz femenina.

Ambos triunfan entonces en México, Centroamérica, Sudamérica, Estados Unidos y Europa, y su unión dura 10 años, durante los cuales graban 11 discos. Simultáneamente graba temas con Fruko y sus Tesos, los Latin Brothers, Afro Son, Embajadores Vallenatos y aparece anualmente en los discos de fin de año, con la recopilación de los más sonados. México era el país donde más éxito tenía la agrupación, pero irónicamente no podían entrar por la existencia de otra Sonora Dinamita, que tenía los derechos de ejecución de la música que se grababa en Colombia. Es por eso que Meliyará, después de diez años de trayectoria con Discos Fuentes, decide retirarse para formar su propia agrupación integrada en su totalidad por músicos colombianos dirigidos por su esposo, el músico y productor Rodrigo Morales G.

En 1991 se vincula a la compañía mexicana Luna Music, con la cual graba tres discos compactos: Las cosquillitas, Variedad y calidad, Meliyará con sonido banda. En 1994, cambia nuevamente de disquera y se vincula a la mexicana Discos Peerles, con la cual graba La India Meliyará, la única con temas como El canario que causa sensación en ese país y es invitada al Festival de Acapulco 95, donde tiene gran acogida.

Su producción musical gana el premio otorgado por los almacenes de discos al mejor trabajo del año. Por eso en todo Ciudad de México colocaron gigantescos afiches de promoción con el reconocimiento que los almacenes de discos y el público le daban a la India por su talento.

Recuerda todas estas historias y sonríe, como si acabara de realizar una travesura musical o como si memorizara que en ciudades lejanas, llenas de avenidas anchas y árboles innumerables, los turistas colombianos descubren su rostro, sus discos, su alegría contagiosa y los colores rabiosos de su manta guajira, desplegada al viento como una cometa rebelde. Como ella. Desde hace algún tiempo, estimulada por un público que la admira cada vez, se encuentra radicada en los Estados Unidos trabajando con su orquesta.



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