GRUPO CORAL YAKAIRA

El 26 de febrero de 1988, la gente que copaba el Teatro Colón de Bogotá ovacionó de pie, durante quince minutos, a la coral Yakaira de Ibagué al terminar un exitoso concierto por la paz dirigidos por el maestro Blas Emilio Atehortúa. En aquella oportunidad el grupo conformado por veinte voces alternaba con la Orquesta Sinfónica de Colombia e interpretaron como obra central el Réquiem del silencio, escrito a las memorias de Guillermo Cano, Rodrigo Lara Bonilla y a las víctimas del incendio del Palacio de Justicia, incluyendo textos de los mismos personajes. La parte coral, encomendada al conjunto de voces tolimenses dirigido por el maestro Germán Augusto Gutiérrez, escribía con honores una página histórica de la música y reafirmaba nuestro honroso título de ciudad musical.

Esa noche gloriosa, el coro Yakaira tuvo que ser reforzado por once alumnos y diez profesores, cinco de los cuales integraban el Coro del Tolima, para convertir en realidad ese sueño de música y de paz que inundó el Teatro Colón entre los gritos de “Viva Colombia” y “Viva el Tolima” de los asistentes.

Creada en abril del año de 1983, la coral Yakaira se inició luego de superar el mayor obstáculo que se presentaba para su formación: la diversidad de oficios de sus integrantes. Por tal motivo, su director y fundador, Germán Augusto Gutiérrez, se inventó con cada uno de ellos un “ensayo parcial individualizado” que iba grabando en casettes en donde cada corista se especializaba en su correspondiente fragmento para dejar escuchar luego los ensayos generales, realizados una vez por semana en el Conservatorio de Música del Tolima; técnica y mística que se fue perfeccionando para lograr la armonía y la madurez musical a pesar del corto período de acople de sus integrantes.

Asesorados por el maestro Blas Emilio Atehortúa y la dirección de Gutiérrez Upegui, la agrupación rescata los aires de la música vocal manejando obras importantes de Haendel, Mozart, Hassler y Bach, además de compositores nuestros como Miguel Ángel Martín y la interpretación de Carmentea o los temas de J.R. Echavarría.

De especial recordación en el público tolimense son, entre otros, el concierto a beneficio de la navidad de los ancianos en diciembre del 84 en la sala de conciertos de la Biblioteca Darío Echandía, en el que esas veinte voces interpretaron Noche de paz, de Gruber, Marcha de la creación, de G.F. Haendel, Ave Verum Corpus , de W.A. Mozart, Noches de Cartagena, de J.R. Echavarría, Volverás, de J.C. Calderón y el arreglo de Atehortúa de A dónde va mi paloma..

Yakaira, voz pijao que significa felicidad, se fue haciendo con el correr de los días y con la práctica infatigable a lo largo del país de un repertorio propio como resultado del esfuerzo de sus integrantes y los arreglos de su director, quien fue en su momento calificado como el mejor candidato al Primer curso latinoamericano de perfeccionamiento en dirección coral dictado por el maestro Marín Constantín, director de la Coral Madrigal de Bucarest.

Otras de las grandes interpretaciones que hicieron famosa a la agrupación coral fueron las de Benedicat Vobis , de G.F. Haendel, el Ave María de Tomás Luis de Victoria y Negra mía de Manci con arreglo de su director.

Aunque sus integrantes no son profesionales dedicados de tiempo completo al oficio de la música, le hurtaron tiempo a sus quehaceres y unieron sus voces para rescatar y mantener vigente la tradición musical de un pueblo.

Sus integrantes, veinte en total, se repartieron la variedad de voces en el grupo así: Sopranos: Beatriz Márquez de Suárez, Pilar Eugenia Guzmán G., Marlene de Rodríguez, Marcela S. de Gutiérrez, Ana María Caycedo G. Contraltos: Silvia Melendro R., Norma S. de Staines, Olga Lucía M. de López, Luz Leticia Cuervo de Jiménez, Isabel de Espinosa. Tenores: Jorge Guzmán Díaz, Javier Guzmán Díaz, Elmer Sanabria, Daniel Oviedo, Alfonso Lastra. Bajos: Alberto Zamudio Fajardo, Luis Enrique Aragón, Rogelio Sánchez R., Constantino Espinosa.

Luego de aquella memorable presentación en el Teatro Colón, el grupo coral Yakaira fue destacado en la páginas centrales de los principales periódicos nacionales, entre otros El Espectador, con acertados comentarios de doña Ana María Busquets de Cano y Otto de Greiff en el diario El Tiempo. Sus integrantes han sido llamados para interpretar obras sinfónicas con importantes orquestas nacionales e internacionales, y en varias oportunidades el Réquiem del silencio ha sido presentado en los acontecimientos solemnes de la Semana santa y en especiales para la televisión colombiana.