LA CANCION DE LA SUBIENDA

 

El pescador del Magdalena

mata su pena en el bohío,

viendo a la luna y las estrellas

que vienen a bañarse al río.

Tira sus redes en el agua,

hace silencio de luceros

y se queda en su linda barca,

remando sueños, sólo sueños.

 

Vestida toda abril mañana,

hay una barca de venturas,

con una carga de esperanzas,

de anhelos, ¡ay! bajo la luna.

 

Se fue de fiesta a la subienda,

a bogar cantos y suspiros

y se quedó con una estrella,

que vive en el fondo del río.