SOBRE LAS NOVELAS DE ALIRIO VÉLEZ MACHADO

 

Por: Carlos Orlando Pardo

 

Alirio Vélez Machado, Líbano, 1928, publicó en 1962, con reedición de la obra en 1986, El sargento Matacho, libro testimonial, documento a veces lírico sobre la violencia, airado otras y que mira a través de Rosalba Velásquez, la protagonista, (mujer de William Angel Aranguren, más conocido como el capitán Desquite), todo su drama desde cuando ingresa y por qué a la guerrilla de los años cincuenta hasta su muerte en una emboscada.

El diario El Tiempo anotaba que «es una novela sobre la violencia, sobre la vida de un personaje que padeció el azote de la violencia» y otro comentarista advertía cómo el libro se lee con ansiedad y fuerte emoción desde el principio hasta el fin.

La violencia, como diría Germán Guzmán Campos, ha sido siempre un tema recurrente en la Literatura Colombiana, no sólo porque describe un fenómeno multicasual sino que lo intensifica como una manera de aproximación a la realidad, observando y anotando acontecimientos y personajes y expresándose a través de la novela, el cuento y la poesía.

La novela como referencia de orden sociológico es un buen documento, pero en adelante su estructura, lenguaje y forma no realiza nuevos aportes a tanta novela del género publicada a lo largo de muchos años. Inclusive sobre este mismo personaje, el periodista Pedro Claver Téllez tiene un estudio desde la crónica que la vuelve un registro apasionante y por la manera en que el autor investiga y proyecta su trabajo puede ser leído como una novela.

Vélez Machado, desde hace varios años, tiene inédita la novela Semana maldita que no se atreve a publicar por miedo a sufrir consecuencias al estar aún vivos algunos de los protagonistas de aquellos acontecimientos en su ciudad natal, pero a esto vale oponer que los hechos narrados no aluden a gente real y si así llegara a parecerlo se trataría de mera coincidencia.