23

 

Escúchame, boga:

Pásame al otro lado del río en tu canoa. Pásame pronto,

lo más pronto que puedas. Necesito llegar antes de que

mi corazón se lo lleve la corriente. Debo recogerlo ya,

porque de lo contrario, las aguas lo arrastrarán como

un ahogado.

Mira que dejé mi corazón sobre la playa, y se durmió enseguida arropado con la sombra de un caracolí. Pásame, boga, al otro lado del río antes de que mi suelto corazón

se lo lleve la corriente. Te lo pido en angustia, con súplica de boga.

-¿Y por qué lo dejaste contra el río?

-Porque necesita descansar de amarla tanto. Solamente el rio y el vaivén de las olas y la brisa, le dan frescura a la ardentía de su sangre.

-Pero, dime: ¿para qué lo necesitas con tanta prisa? ¿Por qué no lo dejas que siga descansando?

-Porque ella acaba de llegar, y al saludarme, me dijo: buenas tardes, corazón…

Si se despide con igual lenguaje y llegare a decirme:

adiós, corazón mío, quiero que él la escuche, porque

nunca habían dicho sus labios:

-Buenas tardes, corazón…

Pásame al otro lado del río en tu canoa.

45

Ibamos navegando en una barca por el río ...

Tú, deseosa de hundir tus manos en el agua para acariciarla

en la tibieza de su piel y en la forma de su corazón.

Yo le había prestado mi corazón al río.

La altura de la quilla no te permitía agacharte. Yo vi que

tus ojos se convirtieron en caudal y hacían parte del

oleaje que dejaba la nave al remontar.

De pronto me miraste para decirme:

-Hasta ahora no sé por qué amas tanto al río. Es poderoso

como el amor sin demostrar su fuerza. Tiene la rara

virtud de ser quieto, eternamente móvil y de remozarse

eternamente viejo. Es sencillo como un dios y severo como una espada. El explica que la vida es un cauce que

se eterniza por el espíritu, la poesía y la belleza. Me está

diciendo sin hablarme, que el hombre es una gota de agua

y la humanidad un río y el río mar y el mar armonía y la

armonía luz y la luz equilibrio y el equilibrio ritmo, y el

ritmo fuerza y la fuerza sentido y el sentido plenitud

inteligente.

-Yo me limité a preguntarle a mi silencio:

-¿Por qué el agua busca la forma de la gota?


65

Si la envoltura de tu alma diera paso a mi voz ...

Si entendieras mi voz ...

Si miraras mi voz ...

Si gozaras mi voz ...

Si tus células olvidaran al hijo y rasgaran el velo de tu

misión y me vieras sin hijo ...

Si supieras que no lo necesitas en las entrañas sino en

fuente de luz ...

Si tu envoltura recogiera mi voz y aceptara mi voz, comprenderías

por qué el ángel que me guía, al dormirse en tus manos sonríe con sonrisa de luz

y sabrías por qué amo tus manos

y cómo ellas no están hechas para mover la cuna

y alisar los pañales,

sino para teñir de azul

los ojos de los muertos.