JAIME VALENCIA

Volver a escuchar a Ana y Jaime es revivir la época en que los sueños eran posibles. Es revivir aquellos años en que la locura pintada de colores sicodélicos se fundió con la realidad para romper las barreras y dar paso a los deseos representados en símbolos de amor y paz. Volver a escucharlos es revivir la época de los sesenta en que la rebeldía brotaba como la hierba en los corazones de los chicos de pelo largo, pantalones botacampana, caras lavadas y corazones abiertos. Ahora, esos chicos que se han convertido en ejecutivos, amas de casa, políticos y banqueros, después de muchos años quieren oírlos para vibrar al compás de las voces de Ana y Jaime con canciones como Café y petróleo, Este viento, Mi país, Estaciones en el sol, A desalambrar, Ni chicha ni limoná y Ricardo Semilla.

Esos chicos que ya no lo son, sienten que los dos hermanos que encarnaron la rebeldía de aquella época han madurado en su más reciente disco titulado Los años inmensos, pero aún conservan la misma intensidad, la misma pasión en sus voces y las ganas de cantarle a la parte trascendental de la vida, al medio ambiente y a la búsqueda de autonomía de las personas.

Por eso, en un concierto de Ana y Jaime es posible recuperar por un instante el tiempo que se fue y dejó tan sólo bellos recuerdos: cuando se vivían los últimos momentos de la fiebre generada por el rock and roll, el twist y la balada de la llamada nueva ola, cuando surgió la música protesta o de mensaje que genera un movimiento importante que impacta con fuerza a nivel internacional.

Nadie en Colombia que haya vivido esa época ha olvidado las canciones, el carisma y la imagen de Jaime Valencia, un joven tolimense que partió un día hacia Bogotá con una guitarra en la mano y el corazón lleno de ilusiones. Heredó el gusto por la música de su padre, quien desde los trece años fue director de la banda municipal de Herveo, al norte del Tolima, donde nació el 12 de Diciembre de 1953. Desde los nueve años mostró aptitudes musicales al organizar un conjunto vallenato poco antes de partir hacia Bogotá, donde se presentó en los programas infantiles El abuelo bailarín y el Club del tío Alejandro. Cursó sus estudios de primaria en Santa Rosa de Viterbo, Boyacá, los de secundaria en el colegio Marcelino Meléndez y Pelayo de Bogotá y terminó Publicidad en la universidad Jorge Tadeo Lozano, en 1978.

Con su hermana Ana forma un dúo y en 1969 comienza su carrera artística. Se presentan en Radio Sutatenza, Estudio 15, el Club del Clan y Juventud Moderna, interpretando canciones de Connie Francis. Pronto se convierten en abanderados del género de la música protesta y en ídolos de la juventud que se identifica con la letra de sus canciones. Realizan un sinnúmero de giras artísticas y promocionales por las principales ciudades del país. Canciones como Ricardo semillas, Dispersos y Café y petróleo ocuparon los primeros lugares en las listas. Sus presentaciones en los principales programas musicales de la televisión como Espectaculares JES y Estudio 15 hicieron que fueran reconocidos en todos los rincones del país.

Del trabajo discográfico del dúo quedaron cinco larga duración, Diré a mi gente, Este viento amor, Un nuevo comenzar, Sueños y soñares, Ni chicha ni limoná, y su más reciente producción, que se realiza gracias a la insistencia del público que les pedía un nuevo trabajo y al apoyo de la disquera Sony, Los años inmensos y La huida. En 1971 Ana y Jaime ocupan con el tema Ricardo semillas el tercer lugar en el Primer Festival del Coco de Oro y en el Festival del Caribe. En Coro, Venezuela, ganan el segundo puesto con la canción Este viento amor obteniendo el Módano de plata. Como reconocimiento a su labor reciben también el premio Príncipe de Oro en Barranquilla, el Disco de Oro por ventas y el Premio Ondra de Bogotá al mejor dúo.

En 1977 el amor se confabula en su contra y se lleva a Ana a vivir a Caracas en donde reside por más de 20 años en su nuevo hogar. Ambos presienten sin embargo que un día se volverán a unir porque la música es la mitad de sus vidas.

En su nueva situación, Jaime decidió seguir trabajando en la música y en 1980 participó por Colombia en el festival de la OTI con la canción Por cuanto tiempo. Además realizó la musicalización de las novelas Caballo viejo, Quieta Margarita, San Tropel, Calamar, Música, maestro, Pasiones secretas, el seriado Décimo Grado y obteniendo dos veces el premio Simón Bolívar por la música compuesta para Quieta Margarita y Calamar, así como el India Catalina en dos ocasiones por las telenovelas San Tropel y Caballo viejo. En la actualidad es uno de los mejores en el campo de la música comercial y ha realizado los jingles de importantes productos como Banco de Bogotá, Las Villas, Pony Malta, Davivienda, Avianca, Clausen, Premier Caracol y Sábados Felices, entre otros.

En los años ochenta, para sorpresa del público, el dúo se reúne de nuevo con ocasión de la celebración del evento los años sesenta y realiza presentaciones en los Teatros Colón y Jorge Eliécer Gaitán, en el programa Espectaculares Jes y giras por las ciudades de Cali, Pereira y Medellín. Jaime está casado con Kathleen Mogollón, a quien conoció en el Colegio Sagrado Corazón donde participaba como jurado en un concurso musical. De esta unión hay tres hijos.

Él reconoce que el mayor logro de su carrera es haberse mantenido vigente dentro del panorama musical colombiano durante largos veinticinco años. Para alegría de muchos, ese presentimiento de volver a estar juntos en el mundo del disco, se ha cumplido para Ana y Jaime. Su canción Para qué ocupa los primeros lugares en las diferentes emisoras y sus discos se han vuelto a vender como antes. En el escenario recuerdan sus viejas canciones y sienten que su público los sigue queriendo y sus seguidores tienen la posibilidad de comprobar que a estos artistas el tiempo les pasó sólo para ponerles en su cara el toque de adultos y dar consistencia y madurez a sus bellas voces que vuelven a la música porque todavía tienen mucho qué decir y hacer dentro de ella.

En el año 1995 Pijao Editores lo seleccionó como uno de los Protagonistas del Tolima Siglo XX



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