JAIME VALENCIA

 

Nadie en Colombia que haya vivido las décadas de los sesenta y setenta podrá olvidar las canciones, el carisma y la imagen del joven tolimense que partió un día hacía Bogotá con la guitarra en la mano y la maleta llena de sueños.

Jaime Valencia heredó el gusto por la música de su padre, quien desde los trece años fue director de la banda municipal de Herveo. Nació Jaime en esa población del norte del Tolima el 12 de diciembre de 1953, y ya desde los nueve años mostró aptitudes para la música al organizar un conjunto vallenato, poco antes de partir hacia Bogotá, donde se presentó en los programas infantiles El abuelo bailarín y El club del tío Alejandro.

Cursó sus estudios de primaria en Santa Rosa de Viterbo, Boyacá, los de secundaria en el colegio Marcelino Meléndez y Pelayo de Bogotá y sus estudios superiores en la Universidad Jorge Tadeo Lozano, en el departamento de publicidad, de donde egresó en 1978.

Con su hermana Ana forma un dúo y en 1969, bajo el nombre de Ana y Jaime, comienzan su carrera artística. Se presentan en Radio Sutatenza, Estudio Quince, El Club del Clán y Juventud Moderna, interpretando canciones de Conny Francis.

“A finales de los años sesenta - dice Reinaldo Vélez en una breve pero excelente nota -, cuando se vivían los últimos momentos de la fiebre generada por el rock and roll, el twist y la balada de la llamada Nueva Ola, surge la música protesta o mensaje, que genera un movimiento importante que impacta fuertemente a nivel internacional y lanza al estrellato a nuevas figuras de la canción”.

“En Colombia - prosigue Vélez -, este nuevo género musical tiene muchos ídolos que se convierten en voceros, especialmente de la juventud, pero ninguno impacta tan fuerte como el dueto formado por los hermanos Ana y Jaime, verdaderos abanderados de la protesta y sus más fieles intérpretes”.

De esta manera, bajo la dirección de Alfonso Lizarazo, nació el dúo colombiano más importante de todos los tiempos, una pareja que hizo las delicias del público con temas como Este viento, Café y petróleo, Ricardo Semillas, Dispersos, A desalambrar, Mi país, Ni chicha, ni limoná, Estaciones en el sol y otros. Del trabajo discográfico del grupo quedaron cinco larga duración titulados: Diré a mi gente, Este viento, Un nuevo comenzar, Sueños y soñares, Ni chicha, ni limoná. Realizaron un sinnúmero de giras artísticas y promociones por las principales ciudades del país. Canciones como Ricardo Semillas, Dispersos y Café y Petróleo estuvieron muy bien posicionadas en las listas. Sus presentaciones en los principales shows musicales de la televisión como Espectaculares Jes, Estudio 15 y otros, forman parte del más grato de los recuerdos y les valieron el apoyo y el cariño de la gente.

En 1971 Ana y Jaime ocupan con Ricardo Semillas el tercer lugar en el Primer Festival del Coco de Oro y en el Festival del Caribe, en Coro, Venezuela, ganan el segundo puesto con Este viento amor, obteniendo el galardón Medano de Plata. Como reconocimiento a su labor reciben por estos años el premio Príncipe de Oro en Barranquilla, el Disco de Oro por ventas y el premio Ondra, de Bogotá, al mejor dúo.

Toda una generación fue marcada por las canciones protesta de hondo mensaje social que caracterizaron el dueto y que aún hoy, a pesar de su disolución en 1977, cuando Ana se casa y se va a vivir a Caracas, permanenecen intactas en la memoria de los colombianos.

Muchas cosas han cambiado para Jaime Valencia desde entonces. En 1980 participó por Colombia en el festival de la OTI con la composición Por cuánto tiempo. Realizó la musicalización de las novelas Caballo viejo, Quieta Margarita, San Tropel, Calamar, Música maestro, Pasiones secretas, el seriado Décimo grado y obtuvo dos veces el premio Simón Bolívar por la música compuesta para Quieta Margarita y Calamar así como el India Catalina en dos ocasiones por San Tropel y Caballo viejo.

Su labor como compositor continúa llevando siempre un mensaje, levantando una voz de protesta, paralelamente con su tarea en el campo de la creación de jingles publicitarios, labor en la cual es sin duda de los mejores del país. Dentro de este terreno ha realizado los del Banco de Bogotá, Las Villas, Pony Malta, Davivienda, Avianca, Clausen, Premier Caracol y el nuevo tema de Sábados felices, entre muchos más.

En los años ochenta, para sorpresa del público, el dúo se reune de nuevo con ocasión de la celebración del evento Los años sesenta y realiza presentaciones en los teatros Colón y Jorge Eliécer Gaitán, en el programa Espectaculares Jes y giras por las ciudades de Cali, Pereira y Medellín.

Está casado con Kathleen Mogollón, a quien conoció en el colegio Sagrado Corazón donde participaba como jurado en un concurso musical. De esta unión hay tres hijos: Gustavo Alberto, Juan Felipe y Jaime Andrés. Valencia reconoce que el mayor logro de su carrera es haberse mantenido vigente dentro del panorama musical colombiano durante ya largos veinticinco años.

Hoy, este tolimense que de no haber sido músico hubiera sido cómico, porque tiene la vena, busca en el futuro metas fijas y seguras, se esfuerza a diario en su oficio y muestra su trabajo sin arrogancia. A pesar del éxito que lo acompaña, es en el fondo el mismo muchacho que un día partió hacia Bogotá con la maleta llena de música y de sueños.

En la década de los noventa sale su nuevo trabajo Los años inmensos, que reune viejas y nuevas composiciones de Valencia, cantadas con su hermana.

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