JORGE ALI TRIANA

 

A pesar de haber nacido en Bogotá el 10 de abril de 194, Jorge Alí Triana ha sido considerado tolimense, tierra de sus padres, donde comenzó sus incursiones en el campo del teatro. Los ensayos en barrios populares de Ibagué, sus primeras relaciones con el arte y la literatura, la música y la bohemia, los intelectuales y la atmósfera tranquila de una capital con rostro pueblerino, despertarían en él el anhelo de ampliar sus horizontes. Es cuando decide irse a Checoslovaquia, concretamente a Praga. Donde a lo largo de cinco año (1962-1967) se dedica a estudiar cine y teatro en la Academia de Artes Superiores, de donde egresa, para regresar entusiasmado a Colombia y montar en 1967, su primera obra: La Mandrágora de Maquiavelo.

Con más de cinco mil representaciones a lo largo de 25 años en el Teatro Popular de Bogotá (TPB) Jorge Alí Triana hbría de recordar como, con Rosario Montaña y Jaime Santos, deciden organizar un proyecto que se consolidaría en Colombia. Allí, aquellos estudiantes de la Academia de Artes Superiores que reivindicaban el pacifismo, la vanguardia artística, los Beatles y el sueño del Socialismo, darían al blanco en un frío amanecer en 1962. El joven cine checo de entonces con Milos Forman, la cátedra de guion ejercida por Millan Kundera en la escuela de cine, el descubrimiento cercano de muchos clásicos que definieron su vocación y su suerte, marcaron un camino. Cinco años después a su regreso, ya no seguirían el costumbrismo de los años cincuenta que hacían, en teatro, Luis Enrique Osorio (CAMPITOS) pero tampoco las experiencias de vanguardia del teatro mundial que alcanza su apogeo en los sesentas. No caería, igualmente, en repetir las obras signadas por la utopía revolucionaria de esos años, sino en crear un grupo de actores dedicados exclusivamente a hacer un teatro popular con repertorio universal.

Ensayando en una vieja casona del barrio la Candelaria y ofreciendo a los actores el derecho a la dormida y una Valera para comer dos veces por día, surgen los primeros montajes, entre ellos, Las Sillas, de Ionesco al tiempo que funda el Centro de Artes Dramáticas y Audiovisuales del TPB del cual es director.

Allí comenzaría mostrar su prestigio y su talento al presentar ante escasos diez espectadores, aparte de la Mandrágora, La Posada de Goldoni y otras obras que poco a poco atrajeron la atención del público hasta que las localidades empezaron a agotarse. Al año siguiente los periódicos anuncian JULIO CESAR de William Shakespeare y el Tartufo de Moliere, montadas con un estilo moderno y de vanguardia.

En 1970 su labor incluye El INSPECTOR, de Gogol, y ante el éxito inicial repite la Sillas y, en 1971 deslumbrar con Los fusiles de la señora Carrar, de Bertold Brecht, con la que inicia una gira por todo el país empezando por el Tolima. Va luego a Buenos Aires, donde el desorden social y la agitación política está en pleno fulgor.  llevando Delito y ejecución de una gallina, del guatemalteco Manuel José Arce, una parábola farsesca sobre el mecanismo económico de América Latina en el lenguaje típico de los años setenta.

Al lado de los actores clásico, que habrán de seducirlo en forma permanente, se apasiona también por el teatro moderno y e 1972 reaparece con: La muerte de un agente viajero, de Arthur Miller, que perfila una imagen seria y radicalmente profesional de su oficio.

En 1973, como un homenaje al aborigen americano, en compañía de Luis Alberto García hace: Toma tu lanza Sirtana, y su teatro popular inicia temporada en Colombia con: Delito, condena y ejecución de una gallina, que causaría escándalo de prensa y medios por la muerte real del animal, por lo en Argentina se prohibiera por la misma razón.

En 1974, con la creación colectiva, I TOOK PANAMA, pone sobre el tapete una versión histórica y escalofriante de los hechos que dieron a la postre con la separación de Panamá, y la cual fue presentada en ese territorio con una impresionante escolta militar que demoró su presentación hasta se aclararon algunas dudas que tenían las autoridades panameñas.

En 1976 con Tio Vania, de Chejov y Fuenteovejuna de Lope de Vega. Ya eran toda una institución del género en Colombia. Su labor no concede tregua alguna: En 1977, presenta la Ópera de los tres centavos, Bertold Brecht y la Primera Independencia de Luis Alberto García y en 1978, con Ricardo III, de William Shakespeare, cumpliendo así sus primeros diez años de trabajo, rematando temporada con Ubu  Rey, de Alfred Jarry.

El TPB se había convertido, entonces, en un verdadero centro cultural de artes dramática y audiovisuales y junto con  Carlos José Reyes, deciden iniciar la cinemateca, precisamente cuando el festival de cine de Bogotá atravesaba por su mejor momento. En acuerdo con Focine, a partir de 1988 matubieron una programación diaria de dos funciones de cine-arte y un matinal sábados y domingos con ciclos de grandes directores o por países de origen con énfasis en ciclos nacionales. Se hacen foros, talleres  de carácter formativo dictados por los mejores directores, la tarea continúa hasta llevar a cabo, como se hizo en 1990, el primer taller para cine y televisión con más de 200 inscritos.

Tras varios años sin sede por remodelaciones; el TPB inicia labores en 1987 con Romeo y Julieta, de William Shakespeare, a la que sigue en 1990 El verdadero Oeste, de Sam Shepard y en 1992 La Cándida Eréndira, de García Marquez con la que inicia gira por New York y obtiene resonantes éxitos.

Aquel viejo sueño que solidifica en la carrera 5° con avenida Jiménez le da de entrada a ese sector del barrio la Candelaria una fachada atractiva, una sede administrativa, una plazoleta y la seguridad de que los colombianos cuenten con un espacio ya tradicional para la cultura.

El mundo de la televisión, para Jorge Alí Triana ha sido un buen escenario para las producciones históricas. Las inició en 1981 con la serie Bolivar, el hombre de las dificultades, y continuo su itinerario por el mundo de la pantalla chica con Antonio Nariño, el precusor. Dos vidas encontradas, Mosquera y Obando. El bogotazo (1985) Rafael Reyes (1986)  La Constitución (1987)  Los Pecados de Inés de Hinojosa (1989) además de obras de otra temática como las Últimas tardes con Teresa, de Juan Marsé (1984) El Cristo de Espaldas (1988)  Maten al león (1990)  Castigo Divino (1993) entre los más resonantes éxitos de este personaje.

Ha realizado varios cortometrajes. El primero en 1983 (Y así todos los días) y en producciones de más largo alcance son conocidas las cuatro edades del amor y Tiempo de morir basado en un guión de García Márquez.

A la docencia se vinculó en 1978 como profesor de especialización el cine de la facultad de comunicación de la Universidad Jorge Tadeo Lozano y posteriormente fue catedrático de postgrado en dramaturgia de la universidad Externado de Colombia.

Son variadas las distinciones que ha alcanzado en su carrera. En 1981 obtuvo el premio Catalina de Oro, del festival de Cartagena por serie Bolívar, El hombre de las dificultades, en 1987 es galardonado con el Simón Bolívar como mejor director por El Cristo de Espaldas y recibe cinco Catalinas de Oro en el festival de Cartagena, en 1988, por Los Pecados de Inés de Hinojosa. En 1989 obtiene la misma distinción por la dirección de la producción Maten al León.

A nivel internacional, su película Tiempo de Morir, presentada en el festival de Rio de Janeiro de 1985, recibe el Tucan de oro como mejor director, el premio al mejor actor, el galardón de la UNESCO y el premio de la federación internacional de críticos cinematográficos, además de ser nominada a los premios Goya. En el festival de la Habana logró la distinción por la mejor fotografía y el mejor montaje. Recibió , igualmente el Biarriz de Francia, por la Cándida Eréndira, a su vez obtuvo el galardón como el mejor director, otorgado por la Asociación de Cronistas del Espectáculo (ACE).

Respecto de su obra son consagrados los comentarios de exigentes críticos. Jorge Alí dice que llevar a escena una obra como La Cándida Eréndira, fue para su grupo una lección de arte por su manera de mirar la realidad, lo que provocó muchas reflexiones y despertó su imaginación y una pasión enorme por lo que estaban recreando..

La coproducción del TPB y el Teatro Nacional garantizan la sobrevivencia del teatro en Colombia, El Teatro Popular de Bogotá (TPB) que permaneció cerrado por remodelación, se reinaguró en 1988 como el Centro de Artes Dramáticas y Audiovisuales con la obra Romeo y Julieta pro cuando llegó la hora de tomar un a decisión sobre que pieza iba a escogerse para inaugurar la nueva etapa, la pregunta que se hizo fue bien clara: ¿Qué nos gustaría que la gente viera? Un poeta latinoamericano inclinó la balanza y lo decidió: Pablo Neruda. “ Neruda, Hizo algo maravilloso, como todo lo suyo, tradujo Romeo y Julieta, en forma tal que nos legó una de las obras más contemporáneas que conozcamos. Neruda nos revela que en Romeo y Julieta existe el problema de la paz y del odio entre los hombres.

Al montar el Verdadero Oeste, las tendencias teatrales de moda giraban hacia los espectáculos acrobáticos, actores subidos en zancos, fanfarrias y carnavales, orgía de luces y movimientos escenográficos. En esta obra halló de nuevo a personaje con su voz interna plena de ideas y sentimientos desgarrados y tiernos, situaciones dramáticas verosímiles, ricas en conflictos, colmadas de significado.

En Nueva York presentó a la Diestra de Dios Padre en agosto de 1994, y con el apoyo del grupo del Repertorio Español presentó la MOJIGANGA. Ordenando después su proyecto para la película Edipo Alcalde una producción de Colombia, España y Francia y México que empezó a rodarse en 1995 en Salamina Caldas.

El guión realizado por García Márquez, es la fábula de Edipo trasladada a la Colombia de hoy, pero esta vez, en lugar de la peste, esta la violencia y las guerras. En esta producción intervienen Cinema Imaginaire, Canal Plus de España, Amaranta de México y Caracol de Colombia. 

Esta película fue seleccionada para la Quincena de realizadores del festival de Cannes.

Triana en la década de 2000 dirigió, produjo y participó en el guión de la película Bolívar soy yo! protagonizada por Amparo Grisales y Robinson Díaz, este filme en el año 2002 obtuvo reconocimientos como: Mención de honor en Festival de cine de Bogotá, Premio a mejor película en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, Premio del público en el Festival de Cine de Toulouse y Mejor puesta en escena del Festival de Cine de Trieste.

En el año 2003 estrenó La fiesta del chivo, una adaptación de la novela del mismo nombre de Mario Vargas Llosa y cuya primer acercamiento tenía 500 páginas de guión para cerca de cinco horas de presentación. Hoy, la obra es de 2 horas y en ella trabajan 14 actores.

Participó como actor en los filmes: Perder es cuestión de método (2004) y Soñar no cuesta nada (2006). En 2007 dirigió la película Esto huele mal, basada en el libro de Fernando Quiroz, protagonizada por Diego Bertie, Cristina Campuzano y Valerie Domínguez.


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