ARISTEIA

 

A lo lejos, terrible y hermosa

la figura de Héctor

matador de hombres.

 

Aquiles avanza hacia él

erguido, imponente

semejante a la noche

Los ejércitos han suspendido

la pugna

para poder presenciar el singular

combate de los dos pastores

de hombres

Héctor ha escuchado a los rapsodas

cantar innumerables veces la minuciosa

descripción de su derrota

sus magníficos funerales

Las lagrímas de Andrómaca

la humillación del rey Priamo, su padre,

rogando al enemigo para que su cadáver no sea alimento de los perros.

 

Escrito está en la epopeya

por Homero de Esmirna,

y aquello no tiene que ser

motivo de infelicidad para nadie

Menos para todo hombre amante

de su condición de griego

para quien lo prudente y lo sereno

es plegarse sin más a los designios

de Cronos, artífice,

esencia de las cosas que vendrán

y prueba de lo que no vemos con los ojos.