DEVUELVEME EL MILAGRO DE TU RISA
POEMA NUMERO SIETE
Las naves de la historia y las edades
surcaron las distancias somnolientas,
pintadas de leyendas y tormentas,
cargadas de aventuras y saudades.
Navegaron brumosas soledades
y rompieron espumas turbulentas;
se tiñeron de púrpuras sangrientas
en batallas y largas orfandades.
Cuántas veces besaron las riberas
de las tierras ausentes y postreras
y buscaron las rutas de la suerte.
Llegaron a los puertos y partieron,
se embriagaron de adioses y pusieron
la proa al horizonte de la muerte.