SONETO

 

Más allá de los valles esmaltados

el cielo del amor tan tuyo y mío

que mide con su tiempo de rocío

la cantarina fuente de tus prados.

A través de cristales enlunados

el alba pule su diamante frío

y el hombre sobre el filo del vacío

interroga los mundos ignorados;

“¿Cómo será el amor? Por qué laderas

el alma donde ciegas celosías

saltará sobre fuertes y fronteras?”

No saber y esperar: mientras los días

tienen como las águilas viajeras

nostalgia de sus altas travesías.