RAÚL SANTI

En Raúl Santi la música fluye como la vida. Sólo existe para ella y le dedica la totalidad de su tiempo. El romanticismo, la cotidianidad, la sencillez de sus historias de amor convertidas en canciones, han logrado que millones de personas se vean identificadas con sus letras y la interpretación de este tolimense consagrado como uno de los mejores baladistas de Colombia.

Quién no ha escuchado canciones como Un amor en cada esquina, Piénsame, Como un picaflor, Busco un corazón y Felino, temas que han sonado una y otra vez en las emisoras de Colombia y Latinoamérica y se han convertido en clásicos románticos.

Raúl Sánchez Prada nació en Melgar el 28 de julio de 1960 en el hogar de Juan Raúl y Cenovia, una familia campesina que vio reflejada en su hijo menor la pasión por la música. A los tres años se fue a vivir a Fusagasugá donde hace su primaria y parte del bachillerato. Inquieto y seguro de sí mismo, creció en la finca de sus padres, entre cañaverales y cafetales, y de ahí le viene su obsesión por la naturaleza.

Su consigna es vivir cada momento como si fuera el último. Por eso no tiene horario y es capaz de trabajar noches enteras en un pequeño estudio de su casa donde realiza los arreglos musicales de las canciones que va escribiendo en una vieja libreta.

Cuando estudiaba en el Colegio Departamental de Fusagasugá, Luis Flórez, su profesor de música, presintió lo que más adelante sería su pasión con la frase “Usted tiene un mina de oro en la garganta”.

Motivado por comentarios como ese y los resultados positivos en los pequeños concursos de barrio en los que participó, viaja a Bogotá siguiendo los pasos de su hermano mayor con la esperanza de aprender música.

Estudia guitarra en una academia musical y rápidamente pasa de ser estudiante a instructor. En 1974 conforma el trío Alma Latina y vive la vida nocturna entre bares y restaurantes interpretando boleros y pasillos. Es esta experiencia la que le permite escribir sus primeras canciones dedicadas a amores fugaces, sueños y esperanzas que se desvanecían al amanecer. Con ese trabajo conoce sus posibilidades musicales mientras sobrevive.

En 1976 Martha Isabel, una cantante profesional, oye una de sus canciones y se la pide para incluirla en su próximo disco. Este casette llega a manos de Efraín Lancheros, director artístico de Discomoda, uno de los sellos venezolanos más importantes. Al escuchar la voz de este joven, decide llamarlo para que enriquezca su nómina de artistas.

Cuando a Raúl Santi se le pregunta cuál ha sido el momento más emocionante de su vida, recuerda una mañana en que lo despertó su madre para que escuchara por primera vez una canción suya por La Voz de Bogotá. Aunque ni el primer sencillo ni el segundo con canciones suyas fueron de gran impacto, seguía insistiendo porque estaba seguro de su talento y sobre todo de sus ganas de triunfar.

Su tercer sencillo le dio la razón, pues la canción No más contigo, del mejicano Mario Quintero y con arreglos de Quique Fernández, es un éxito rotundo, al igual que Eres para mi, canción que se encuentra en el mismo disco. Los dos temas suben rápida y simultáneamente a los primeros lugares en todas las emisoras colombianas.

En 1977, decide cambiar de sello disquero y firma contrato con FM. En su cuarto trabajo graba la canción Quisiera tenerte ahora, que le hace merecedor a su primer premio a nivel internacional otorgado por una emisora guatemalteca.

En 1978 lanza el primer larga duración de su carrera con temas que son éxitos inmediatos, y así canciones como Un amor en cada esquina, Ya me voy, No cumpliste nuestra cita, empiezan a ser solicitadas en las estaciones de radio y se convierten en clásicos de la música romántica.

De esta manera Raúl Santi, el tolimense que en un comienzo era anunciado en las emisoras como argentino, equivocación que según él mismo resultó benéfica porque le ayudó a vencer el “absurdo extranjerismo” de los colombianos, se convirtió en uno de los artistas con más proyección internacional.

La imagen de este hombre moreno, enigmático, sensual, de mirada dulce y sonrisa encantadora aparece en las revistas de farándula y en programas de televisión como El show de las estrellas, El show de Jimmy, La nueva estrella de las canciones, Embajadores de la música colombiana y Espectaculares JES.

Santi se considera un hombre afortunado, pues su profesión ha sido una serie sucesiva de felicidades, de emociones y momentos de los cuales no tiene ninguna frustración ni malos recuerdos.

En 1981 lanza su segundo LP con temas como Yo no soy un santo, Muchas gracias papá y Mi querida novia, que obtienen la misma figuración que los discos anteriores. En 1983, con su tercer larga duración, logra la consagración total con la canción Piénsame, que durante mucho tiempo estuvo en el primer lugar en las listas de Colombia y Latinoamérica.

Es un amante de la libertad, del amor sin condiciones, de los buenos momentos, y tal vez por eso no se ha casado. Considera que la composición es una de sus mayores pasiones. Cuando escribe su mente se libera y se olvida de sí mismo. Sus canciones han sido grabadas por figuras como Eddy Santiago, Nelson y sus estrellas, La gran banda caleña, Los hermanos Lebrón, Isadora, Greta y Diego Verdaguer.

En 1986 decide explorar nuevos territorios y busca productores internacionales. En República Dominicana contacta a Manuel Tejada, entonces director artístico de José Luis Rodríguez, El puma. Graba su cuarto larga duración con el tema Como un picaflor, apología del amor libre y sin ataduras que se convierte sin lugar a dudas en la balada más difundida en los últimos años; en este disco también aparecen canciones como Quédate y Nanny María en honor a su hija mayor, además de Por qué me engañas y Gracias por amarme, que canta a dúo con Dariana, una de las mejores voces femeninas de República Dominicana.

En 1988 lanza su quinto disco, Felino, también grabado en Santo Domingo con la producción de Basilio y Yolandita Monje. Es un tema dedicado a los felinos, una de sus pasiones, pues se ha propuesto estudiar su comportamiento y a coleccionar figuras en todos los tamaños y materiales, de todos los países que visita. Además de ser su signo zodiacal, con el león se siente plenamente identificado. Esta canción va con el género del rock en español. Los coros fueron realizados por el grupo 4: 40 de Juan Luis Guerra y logró figurar nuevamente en los primeros lugares.

Es muy cuidadoso en sus composiciones y trata de no saturar. Por eso sus trabajos aparecen cada tres años, logrando de esta manera impactar al público que siempre está a la expectativa de sus producciones.

Su talento le ha merecido premios internacionales como La estrella de Oro al mejor cantante, otorgado por la revista Billboard en 1981; La mejor canción del año, por el tema No más contigo, y la participación en ceremonias tan importantes como la celebración de la independencia de Puerto Rico.

En 1994 reaparece con su sexto volumen, Una señora fiel, dirigido y producido en Los Angeles por él mismo con la participación de los mejores músicos y arreglistas norteamericanos. En este larga duración figuran canciones como Amar y compartir, tema que fue elegido como el himno de la campaña Teletón; Marnie, dedicado a su hija menor y la nueva versión de un tema que ya es clásico en la balada romántica: Quisiera tenerte ahora.

Raúl Santi se mantiene vigente. Sus canciones se siguen escuchando en países como México, al cual viaja frecuentemente y donde ha tenido propuestas para seguir desarrollando su carrera musical.

Mientras se consolidan sus planes, él sigue haciendo canciones durante la noche y compartiendo con sus hijas y sus amigos durante el día. Durante algunos años acompañó a uno de sus mejores amigos, Alfonso Lizarazo, en la campaña Lleva una escuelita en tu corazón, la cual, además del contacto con la gente de las regiones más apartadas, le permitió practicar una de sus mayores pasiones, el fútbol que le gusta desde niño.

En el 2000 hace una recopilación de sus éxitos a lo largo de su carrera musical en un trabajo que le vale disco de platino por las millonarias ventas que alcanza y por lograr, después de tantos años, que su público volviera a cantar sus canciones.

El nombre de Raúl Santi ocupa un lugar muy importante dentro de la lista de intérpretes y compositores colombianos, lo que se ha ganado con dedicación, disciplina y mucho trabajo, agregado a su talento y una manera propia de sentir y de pensar que se ve reflejada fielmente en sus composiciones, las que buscan la originalidad y la trascendencia, pues crea con el único propósito de dejar huella y con el convencimiento de que siempre es preferible ser un modesto creador que un excelente imitador.

En el año 1995 Pijao Editores lo seleccionó como uno de los Protagonistas del Tolima Siglo XX

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