SABADOS QUE NUNCA VOLVIERON
Sólo volvieron las palabras
la huella taponando el
silencio
el rictus pegado
a las entrañas
el contoneo del acero
perforando el quebranto
la mueca del silencio
el tejido en el lampo
Y ya se esfumaron
los rostros
en el camino se perdieron
las huellas
Un lucero erràtico
guía los contornos
y en el cosmos se columpia
una lágrima
El humo trasciende
de sus propios caminos...
Aúllan los perros
desatando quejumbres...
En el tiempo repican
sollozos
anudando nombres, rostros,
de soldados que nunca
volvieron...
Mas en alguna parte
forman una mente
que florece...
Y nuevas estrellas, lejanas,
alumbran las cumbres...
!Son los soldados que nunca
volvieron...¡