HENRYSÁNCHEZ BARRIOS

 

En Ibagué, donde nació en 1950, su infancia transcurrió como la de todos los muchachos de su época donde casi lo único recordable fue la fractura de una mano o las reprimendas de sus padres por las constantes pilatunas. Desde la escuela primaria tuvo el don del dibujo que es al fin y al cabo el que lo ha mantenido siempre en la pintura. Su formación en el color, el modelado o la escultura, unida a su condición innata por el dibujo, con un maestro como Jesús Niño Botía, lo muestran entonces como un estudiante destacado.

Cursó su primaria y el bachillerato en el colegio Tolimense, de donde egresó en 1971 y tras un año de vacaciones ingresa en 1973 a la Universidad del Tolima para cursar estudios básicos de ingeniería eléctrica y mecánica industrial.

Más adelante se traslada a Pereira para continuar su carrera en virtud a un convenio existente con esa universidad, pero no abandona su práctica pictórica cada vez que le es posible, motivado especialmente por el renacimiento y el clasicismo en todos sus aspectos. En 1972 participa activamente en las luchas estudiantiles de la época y acabadas las transferencias por las huelgas producidas por la situación social del país, deja inconclusa su carrera faltándole apenas dos semestres.

Sin serlo, trabaja como ingeniero en la ensambladora de Susuki, se desempeña luego como diseñador gráfico en el periódico La Tarde, de Pereira, y combina sus oficios con la música, cuyos cursos de solfeo y guitarra le dejan un concepto claro del ritmo y la armonía. Tuvo como profesor de historia de la música al maestro César Augusto Zambrano.

Su vida pública como artista comienza con su participación en una colectiva en la Alianza Colombo Francesa donde empieza su actividad pictórica, el derrotero real de su vida. De allí en adelante se le verá en 1980 en el Primer Salón de Artes Plásticas de Occidente; en el Tercer Salón de Artes Plásticas de Risaralda; en el Salón de Manizales; en la colectiva realizada en la Hostería los Frayles en 1983 y ese mismo año en la Exposición de Arte Libre Prometeo, en el Salón del Viejo Caldas en Manizales, al año siguiente una individual en el Hotel Cosmos de la 100 en Bogotá. Posteriormente surgió en el Hotel Melia de Pereira hasta perderse de todos aquellos lugares porque decide no volver a enviar obra a ninguno de los sitios donde es invitado para borrar concientemente su presencia pública.

Henry Sánchez es un impresionista que refleja en su pintura el claro apoyo en el dibujo y donde la formación de la figura bajo su criterio personal tiene temáticamente una variación como parte de la formación de su vida artística, asumida por él como algo filosófico. Inicialmente sus primeros cuadros se basaron en un sentimiento estético sin importar el tema y se preocupa s—lo por hacer algo agradable a la vista. Al comienzo trabaja con obras de peque–o formato que reflejan su temperamento instintivo, estudia por algún tiempo el misticismo tal como puede advertirse en obras suyas como Ritual 1, pero luego va hacia el campo esotérico hasta llegar al buen formato con un trabajo final sobre las constelaciones.

Las exposiciones privadas, más o menos 20, en áreas cerradas y un grupo de amigos, son las que ofrecen su producto estético donde siempre vende lo que hace.