ORACION Y CANTOS DE ESPERANZA

 

III

Ahora, sus cuerpos semejan pétalos

de hermosísimos claveles

sobre la playa tachonada por ellos;

como una bóveda

de luceros plateada

en un plano inferior e inverso.

De día, vagan los caminos polvorientos

rescatando en pisadas y en memoria:

el sitio del ser querido

y los lugares comunes;

semejan mariposas

zigzagueando la bastedad

y aspirando el perfume del amado.

Se levantaron todas las Naciones

para que Armero en otra vez naciera:

alimentos, y abrazos, mantas y oro

de sus arcas vaciaron y vaciaron…

para aliviar en parte ese dolor.

La roca ahí

como testimonio pétreo

del vientre de la montaña

hasta el expansivo valle…

como una señal rotunda

de la fuerza y el poder

de la naturaleza entera.

También quedaron diseminadas

las muñecas de trapo.

las de celuloide, las de caucho y de nácar

pero nos espera el ángel de la tarde

al final de la blanca estepa…

con la música de las estrellas

y el ritmo de las esferas.

Después, ví cómo iban apareciendo

sobre el área inmensa y empolvada

a medida que el lodo se secaba.

Mirando la arboleda

y la arboleda en la inmensidad

Esperanza para un tiempo mejor,

esperanza que sigue al hombre nuevo.

Esperanza encima y debajo,

de las tibias cenizas,

del fresco y rígido barro.

Esperanza bendita

venida de Dios

y dimanada del hombre.

La muerte tampoco es final

nacemos de ahí y comenzamos

a hacer las cosas que se truncaron,

a bordear la línea de encrucijadas

donde una vez caímos

yendo a insondables abismos.

Esperanza que esculpe el tiempo

con propósitos nobles y mano buena,

eriales frescos para que nazcan

los mejores frutos de la cosecha.

Esperanza que aflora irremediable

después de la tempestad y el trueno.