JORGEALBERTO RAMÍREZ

 

Nació en Ibagué en 1939. Su alma de gitano le ha hecho recorrer 16 países, y sus obras cuelgan en exclusivas colecciones privadas de Colombia y el exterior, sin contar algunas galerías que ven cómo este pintor tolimense, a través de sus obras, observa e interpreta la naturaleza en todo su esplendor y angustia.

Bachiller del colegio de los jesuitas de Bogotá y más adelante graduado en bellas artes en el San Mateo Junior College en California, además de arte publicitario en la Universidad de Miami y arte puro en Ann Wise Art School de Hollywood, Jorge Ramírez ha realizado estudios propios en las instituciones de arte más prestigiosas del mundo.

Luego de su paso por Estados Unidos, Jorge Ramírez viaja a Roma para ingresar a la Academia di Belli Arti e Liceo Artistico di Roma donde se dedica al estudio de la pintura humana. Ganador de un premio de Vitrinage y otro de arte escénico en Miami, ha sido un enemigo de las exposiciones. Sólo participa en 1993 en la IV Muestra Departamental de Arte de Ibagué, donde recibe la única mención de honor de manos de Carlos Granada, César Velandia y Manuel León, jurados de la muestra, gracias a su obra Agonía de nuestro bello planeta, que pertenece actualmente a la Organización de Naciones Unidas -ONU-.

Jamás se ha considerado un pintor. Se piensa a sí mismo como un artista que busca no sólo el lenguaje bidimensional sino que trabaja el arte vivo, el movimiento, el sonido y el color. Actualmente trabaja con mayor frecuencia la instalación artística en vivo, aunque no abandona la técnica mixta para sus obras bidimensionales. Sin embargo no todo fue óleo color de rosa para Jorge Alberto Ramírez.

Inmerso durante aproximadamente 25 años en el mundo del alcohol y la droga, logró salir adelante gracias a un amigo que lo llevó a Alcohólicos Anónimos. Hoy lleva más de un año y medio sin ninguna recaída y con todos los sentidos explorando un mundo que hacía mucho tiempo no sentía. Trata de ayudar en los programas sociales del departamento como en la Corporación VIVIR que lucha contra el Sida en el Tolima y continúa buscando el lenguaje que le permita expulsar cada uno de sus fantasmas, sus miedos y sus amores.

Galería