NESTOR HERNANDO PARRA

 

Una tarde del año de 1935 en la ciudad de Honda, al terminar el presidente Alfonso López Pumarejo de pronunciar un discurso en la plaza pública, Néstor Hernando Parra, entonces de apenas cuatro años de edad, corrió al patio de su casa para repetir de memoria fragmentos enteros del discurso presidencial.

Nació Néstor Hernando Parra el 7 de Mayo de 1931 en la ciudad de Honda y con el correr del tiempo este niño precoz llegaría a ser Gobernador de su departamento, Rector de la Universidad del Tolima y Embajador en misión extraordinaria del consejo de las Naciones Unidas en Namibia, cargo para el cual fue designado el primero de mayo de 1970.

Guiado por la mano de su madre aprendió a leer y escribir antes de ingresar al Instituto San Bartolomé de su ciudad natal para cursar primaria.

Su vida escolar, interrumpida varias veces por asuntos familiares, llevaron a Néstor Hernando Parra de Honda a Bogotá, de Bogotá a Cali y de nuevo a Honda, donde hace su primer año de bachillerato en el Instituto General Santander y donde el joven tolimense mostraba sus dotes en el arte de la oratoria.

En el Colegio Santa Librada de Cali, a los nueve años de edad, hacía ya sus primeros poemas. Su inquietud intelectual se plasmaría en este plantel con la creación del periódico literario Novedades y, más tarde, en el colegio Manuel Mejía Villegas como presidente del centro literario. En este claustro terminó su educación secundaria. Cuando participó en una reunión de colegios de bachillerato en Tuluá fue llamado, por la brillantez y el ardor de sus intervenciones públicas, el Gaitán chiquito.

Antes de terminar su bachillerato, Parra había fundado con otros compañeros el Centro Juvenil, asociación de tendencia izquierdista que estudiaba los conflictos sociales y económicos del país desde el punto de vista político. Allí adquiere un compromiso con el acontecer nacional que hoy, después de 30 años de vida política, aún mantiene.

Se graduó como bachiller en 1948 y luego de estudiar por algunos meses ingeniería electrónica en la naciente Universidad del Valle, fundada en 1946, marcha junto a su madre a Bogotá donde, a pesar de sus dificultades económicas, entra a estudiar a la Universidad Libre de Colombia por consejo del rector de su colegio en Cali.

Al terminar su primer semestre viaja en las vacaciones a Cali y allí trabaja como secretario en el Colegio Villegas y luego en la librería Camacho Roldan, famosa por la época. Pasa luego al Banco Central Hipotecario como empleado super numerario. A su regreso a Bogotá ingresa a la compañía Germán Marino en la compra de café y más tarde como secretario del departamento de importaciones de Cuéllar Serrano Gomez. Con todos estos oficios logró irse pagando sus estudios jurídicos y el aprendizaje del inglés, idioma que le sería de fundamental ayuda en su carrera.

En la cátedra de hacienda pública entabla amistad con su profesor, el ya connotado dirigente político Carlos Lleras Restrepo, con quien trabaja en las filas del partido liberal como representante de los estudiantes universitarios. Lleras Restrepo integraba entonces, 1952, con Eduardo Santos y Alfonso López Pumarejo, la dirección del partido.

A los 21 años conocía a Rafael Parga Cortes, Rafael Caicedo Espinosa y Alfredo Lozano entre otros dirigentes del liberalismo en el Tolima.

Los conflictos que se presentaron en la época entre el partido liberal y el gobierno conservador y que se tradujeron en el incendio de las residencias de Alfonso López y Carlos Lleras Restrepo, obligaron a los dos jefes liberales a partir hacia el exilio en México. Néstor Hernando Parra parte también ese mismo año al país azteca donde es nombrado secretario del partido liberal en el exilio.

Suspendidos por tal circustancia sus estudios, realiza un curso en la Universidad de Wayne, en Detroit, Michigan, sobre Bussines Administration. A su regreso al país en septiembre de 1953, a la caída del gobierno de Laureano Gomez, continúa sus estudios de derecho y comienza a trabajar como Jefe de Créditos del Exterior en el Banco de Colombia.

En 1954 y sin perder el contacto con el partido, Parra ingresa a trabajar a Icollantas como Secretario General encargado donde desarrolla una labor importante a nivel jurídico y laboral.

Al culminar su labor allí, el 15 de Agosto de 1957, y graduado ya en la Universidad Libre como doctor en Derecho, es nombrado Juez 38 de instrucción criminal de Bogotá de donde es trasladado con iguales funciones a la Sexta Brigada de Ibagué

A su retiro de estos cargos es elegido Concejal por Ibagué para el periódo 1956-59 y nombrado asesor de la Dirección Liberal Departamental. Su trabajo como concejal imprimió al municipio la modernización de los departamentos de ejidos, valorización y las empresas públicas. Fueron los años de los primeros festivales folclóricos y participa en la organización del primero de ellos como miembro del comité directivo.

El 31 de Octubre de 1951 se retiró temporalmente de toda actividad política y se dedicó de tiempo completo a ejercer su profesión en Ibagué, actividad que cumple hasta el 15 de Agosto de 1961 cuando es nombrado Rector de la Universidad del Tolima. Bajo su rectorado se adquirió el lote de Santa Helena donde hoy día funciona la Universidad, se abrieron las facultades de Ingeniería Forestal y Medicina Veterinaria, Topografía y Bellas Artes y el cuarto año de Ingeniería Agronómica. Sin lugar a dudas, su paso por la Universidad del Tolima dejó hondas y benéficas repercusiones.

Durante su permanencia como rector, tomó un seminario de Educación Superior en la Universidad de Texas, entre enero y febrero de 1962 y otro del 9 de mayo al 9 de junio de 1964, año en que se retira de la rectoría para montar una oficina, la primera en Latinoamérica, de planeación y asesoría universitaria. El 7 de agosto de 1966 se posesionaría como Gobernador del Tolima, dejando obras tan importantes como el hospital Federico Lleras Acosta, la hidroeléctrica de Prado y la carretera al norte del Tolima.

En forma simultánea con su mandato, Parra asiste a seminarios sobre desarrollo económico latinoamericano en Caracas, Panamá y Arequipa. A su retiro de la Gobernación sale elegido al Parlamento donde es ponente de dos proyectos de gran importancia: la reforma tributaria y la liquidación al impuesto a la cerveza.

A fines de 1969 el presidente Lleras lo designa como Ministro Consejero de la misión permanente ante las Naciones Unidas en New York donde trabaja durante un año en la oficina de planeación de la estrategia para el desarrollo del segundo decenio de las Naciones Unidas, al tiempo que toma un curso sobre diplomacia multilateral y organismos internacionales.

En 1970 fue asignado por las Naciones Unidas como Presidente con rango de Embajador en misión extraordinaria para Namibia, donde su trabajo principal fue buscar el reconocimiento político de los gobiernos africanos para este territorio como nación independiente.

A su regreso al país, se reintegra a su ejercicio profesional pero se reincorpora también a la actividad política participando en la campaña de reelección de Lleras Restrepo. Un año más tarde se desempeña como Asesor de la Dirección Liberal Nacional hasta 1973 y Secretario General de Democratización Liberal entre 1975 y 1977.

En 1978 vuelve a recorrer el departamento en plan de agitación electoral y es elegido Representante a la Cámara para el período 1978–1982.

Al concluir esta etapa de su vida se retira de la política para ejercer su profesión y asesorar empresas nacionales e internacionales hasta 1985 cuando funda en Bogotá el movimiento político Progresismo Liberal Unitario y se vincula a la Sociedad Económica de Amigos del País, de la cual fue cofundador. A fines de 1989 es nombrado Notario de Bogotá, oficio que ejerce en la actualidad.

A lo largo de su participación en política publicó numerosos artículos en revistas como Economía y Negocios, Nueva Frontera, Encuentro Liberal y libros como Educación de graduados y Formación de profesorado universitario en Colombia que consta de dos volúmenes y fue traducido al inglés, Liberalismo, Nuevo Liberalismo y Socialismo, una visión anticipada del resultado de las políticas neoliberales y neoconservadoras, Temas para el análisis de la educación superior en Colombia, prologado por Lleras Restrepo y presentado por Rafael Uribe Losada.

Néstor Hernando Parra es un hombre con la mente abierta al cambio, con una entereza de espíritu que lo acompaña día a día y que hoy, después de más de 30 años de labor, sigue pensando el país con visión crítica.