El último libro de cuentos publicado por Jorge Eliécer Pardo reúne 60 historias escritas a lo largo de 30 años y se presenta aquí su tarea renovadora frente a la temática e inclusive frente al estilo. Como bien lo anota el novelista y dramaturgo Carlos Perozzo, “Transeúntes del siglo XX, marca un momento especial en la trayectoria literaria de J.E. Pardo, pues se trata de un volumen de cuentos, donde la realidad surge en cada página, con una inmediatez inquietante, recreándose a sí misma, emergiendo  de la mano del autor desde el fondo de las zonas profundas del espacio tiempo, un espacio donde viven y crecen  los temas de sus relatos, temas corrientes de la vida social, con personajes corrientes inscritos en situaciones conflictivas, de las cuales despegan por su calidad humana; y sobre todo por su tratamiento literario. Desde este punto de partida, los relatos  arriban a la vida literaria y alcanzan un desarrollo  lleno de matices vívidos y convincentes que hacen resaltar la importancia  que tiene lo común y corriente,  en la vida del ser humano. Pero también la manera  como el hombre, se siente perdido y desligado en la jungla de sus contradicciones y enfrentamientos con su realidad frente a la de los otros.  En mi opinión es allí donde reside parte de su valor literario, cuya vivencia se trasmuta  en un constante cúmulo de caídas y reivindicaciones, donde el escritor se juega el apasionado destino de su obra. Modos y maneras de un mundo  donde sus personajes habitan una geografía en ocasiones alucinante, o soportan  aquello que a menudo solemos llamar una desgracia. Transeúntes del Siglo XX es una obra  donde  el autor ha reunido  sus cuatro libros de cuentos y relatos publicados en  años anteriores,  que se van proyectando unos sobre otros, para conformar un volumen, al que su autor le ha conferido su destino literario  como depositario de la belleza, la furia o el drama de los cuerpos, bajo la implacable tarea de Cronos, sin  posibilidad de escape.

Transeúntes del Siglo XX, añade Perozzo,  reúne 62 relatos, un trabajo que abarca una parte importante de la vida de un escritor, que además ha frecuentado la novela, y otros ejercicios literarios pone de relieve la importancia  que la literatura ha jugado en su vida. Leyendo  los cuentos de Transeúntes del siglo XX, se tiene la impresión de que su ámbito literario va dibujando en nuestra lectura la línea de una tensión que sabe hasta dónde llegar; que sabe con quién trata en la soledad de sus indagaciones. Hay una pluralidad de voces asordinadas, de vacíos parlantes que delatan la soledad del propio ser dividido; se intuye la posibilidad de penetrar el mundo mediante un oficio  riguroso que aúna  el compromiso con la realidad y la preocupación formal del estilo y la estructura. En uno y otro caso, se puede detectar un tono de crítica social, velado en ocasiones por el hilo de una ironía que apunta  al enigma de nuestro tiempo: el intento de descifrar la razón de esta maquinaria implacable que es la realidad y que en el caso de Jorge Eliécer Pardo no llega al escepticismo total, gracias a  su talante de narrador que mantiene en alto su convicción de que escribir es un placer a su modo y en sí mismo, cuando  se es capaz de redondear una historia, que deje al espacio y al tiempo suspendidos entre la gama de registros literarios que el escritor moviliza. Y llegue a ese momento en que se  advierte que el autor logra que la condición humana sea comprendida, y  se comprueba que es entonces y sólo entonces, cuando el artista ha realizado su oficio.