SOBRE LAS NOVELAS DE DAGOBERTO PÁRAMO MORALES

 

Por: Carlos Orlando Pardo

 

Dagoberto Páramo Morales, Ibagué, 1956, publica en México, en 1984, Hombre roca perfume de pistolas, novela donde rompe las formas tradicionales de la escritura dejando la retórica y la ortodoxia en el recuerdo perentorio.

Su forma generalizada en lo telegramático, con desarrollo de situaciones en Ibagué, sin nombrarla, tiene una fuerza extraña y el poder de crear atmósferas. La anécdota realmente no cuenta, aunque con esfuerzo se trasluce la situación de un perseguido y sus angustias interiores y situaciones externas.

El libro alcanza logros poéticos y su discurso parece transcurrir entre vaguedades pero no puestas ahí al azar sino pensadas seriamente. Es un juego con plastilina en donde se arma y desarma el texto bajo la perspectiva de no quedarse en los esquemas agotados por la novela sino asomándose a unos territorios que evocan sin sus virtudes los atrevimientos de los objetalistas. Queda la sensación de mostrarnos antes que una novela un artefacto. Si bien es cierto deja la innegable impresión de ser experimental dentro del esquema en que se mueven nuestros novelistas, en forma desafortunada no logra meterse en la piel del lector seduciéndolo más allá de su ruptura formal.