GENTIL MONTAÑA

 

No es gratuito que el niño que se levantó entre acordes de guabinas, pasillos y bambucos en Purificación, Tolima, se convirtiera años después en uno de los mejores guitarristas del mundo.

Julio Gentil Albarracín Montaña, quien naciera un 24 de noviembre de 1942 en Ibagué, realizó sus estudios primarios en la escuela del barrio La Francia y los de secundaria en el colegio Real Holandés, en Bogotá, en los años de 1967 y 1972. Inicia sus estudios de solfeo y violín a la edad de siete años en el Conservatorio de Música del Tolima. Su padre tocaba el violín en un conjunto que esporádicamente, y al lado de su amigo el Pote Lara, se reunía en su casa para no perder la alegre costumbre de entonar una guabina y terminar la tarde con un bambuco.

No había cumplido Gentil diez años de edad cuando su padre decide abandonar su trabajo de vaquero, desempeñado bajo el sol candente del llano tolimense, y se desplaza junto con su familia a la ciudad de Bogotá, con el deseo de mejorar su calidad de vida. Esta tarea no sería nada fácil. Su paso por los barrios Tunjuelito, Santa Isabel y Veinte de Julio, entre otros, dejarían en su memoria el recuerdo de sus primeros enfrentamientos, cuando comenzó a desafiar las noches bogotanas en los bares y tiendas de aquellos sectores, al ritmo de algún bolero de Rafael Hernández.

Así daba inicio una carrera musical nacida en lo popular, conformando tríos y duetos que con el tiempo pasarían por los centros musicales que actualmente son en la capital una leyenda: los de las calles 20 y 24 y El as de copas.

Para aquel entonces Gentil, el adolescente, conformaba el trio Los Trisónicos junto a Kiko Bejarano y su hermano Raúl, compartiendo escenarios con grandes y legendarias figuras de la canción romántica como Pedro Vargas, Héctor Cabrera, Carmen Sevilla, Victor Hugo Ayala y Los Tres Reyes, que hacia los años sesenta visitaban el país.

Pero sólo hasta sus 17 años, cuando en casa de su colega Domingo González escucha por primera vez un disco de Andrés Segovia y se entera que allí no tocaban varios sino un sólo guitarrista, Gentil Montaña decide de manera radical y obsesiva dedicarse al estudio de la guitarra clásica. No había nada que hacer, Gentil Montaña comprendió desde ese memorable momento que la guitarra era todo para él después de sus padres.

Comienza sus estudios de solfeo, armonía, instrumentación, composición y orquestación, junto a los reconocidos maestros Blas Emilio Atehortúa y Gustavo Yepes, quienes influyen no sólo en su tarea académica, de manera radical, sino también en su vida personal.

El hecho de que en el país no existiera una cátedra de guitarra, no fue tropiezo alguno para Gentil Montaña. Con esfuerzo y constancia, dos de sus características más notorias, estudia cuanta partitura cae en su poder, no deja de asistir a ningún concierto y, tímidamente, pero con el deseo de salir adelante, se acerca a los concertistas para buscar en ellos la técnica adecuada al instrumento elegido.

Gentil Montaña, autodidacta, demostró ser dueño de un talento que, cuando cerraba los ojos y cogía la guitarra entre sus manos, no dejaba lugar a duda alguna.

Su primer concierto, ofrecido en el teatro Lido de Medellín a la edad de 19 años, sería apenas el comienzo de una carrera marcada por el sacrificio y las ganas de hacer las cosas bien, cualidades que se convirtieron en el sello de un hombre que ha recorrido las más importantes salas del mundo y conquistado los públicos más exigentes.

De esta manera, el maestro fue adquiriendo su madurez musical hasta que llega la oportunidad de participar en el concurso internacional de guitarra clásica Alirio Díaz, celebrado en el vecino país de Venezuela y del cual sería jurado años después. No es casualidad que Gentil Montaña ocupara entonces el tercer puesto y además se estrenara como compositor, recibiendo los mejores comentarios y elogios de la crítica, entre ellos el de hombres como el maestro Antonio Lauro.

Para aquella época ya había dejado su huella registrada en el acetato. Homenaje a los reyes de España, un larga duración en compañía de la Orquesta Filarmónica de Bogotá; Ensueño vol. 1 Bambuco , Idolos de Colombia vol.1 , Gentil Montaña y su guitarra, vol. 1, 2 y 3; Corazón de la Tierra, vol.1, 2, 3 y 4, en donde el reconocido maestro colombiano José A. Morales interpretaba sus composiciones acompañado únicamente por la guitarra de Gentil Montaña, a lo que se suma un importante homenaje al maestro Agustín Barrios Mangoré por petición de su hija, trabajos que engloban algunos de sus mayores éxitos discográficos, además de la música para la pelicula Tres cuentos colombianos.

A su regreso al país, después del concurso Alirio Díaz y luego de haber trabajado como solista en las más importantes salas junto a la Orquesta Filarmónica de Bogotá, la Sinfónica de Colombia y la de Antioquia, el maestro coloca sus ojos en otras tierras: Europa estaba en la mira.

París sería su nueva patria durante seis largos años y el lugar donde nacerían un sinnúmero de composiciones. De allí pueden contarse diferentes estudios de música colombiana como Cuarteto para guitarra, Cuarteto para saxofones, Estudio en homenaje a Fernando Sor, Fantasía para guitarra y orquesta; Suites, para guitarra sola y para trío instrumental, dos Nocturnos, Valses, la danza Me duele el alma, con la que ganaría el primer premio en obra inédita en el festival Mono Nuñez, Sonata Canto al Amor, para dos guitarras, pasillos, danzas y bambucos y, desde luego, su famosa Guabina viajera que nació bajo el cielo de diferentes países europeos como Alemania, España y Grecia, lugares testigos de múltiples conciertos que le empezarían a dar la fama que hoy, tantos años después, goza entusiasmado.

A pesar de los mil obstáculos que se interpusieron en su camino, como cualquiera que se lanza por iniciativa propia a conquistar el mundo con una guitarra en la mano, el maestro Montaña no olvida que gracias a la grabación que hiciera en homenaje a los reyes de España, el Instituto de Cultura Hispánica le brindaría la oportunidad de dar su primer concierto en Europa, además de su aparición en la radio y televisión madrileñas.

Su estadía en Europa no sólo estaría ocupada en su labor de concertista. También, y como hombre activo que es, realizó en París estudios de música contemporánea con el ilustre maestro Kakleen Keinell durante los años 1978 y 1979.

Gentil Montaña estaba demostrando que lo único que rompe ese abismo aparente entre la ficción y el sueño es la tenacidad en la consecución de un propósito. Para entonces, su nombre ya estaba situado junto a los de Héctor Villalobos, Antonio Lauro, Leo Brawer y Agustín Barrios Mangoré.

Pero Europa no ha sido el único blanco de la música del maestro Montaña. Su recorrido por varias salas de Latinoamerica y Estados Unidos y los arreglos para tres documentales norteamericanos, le han valido homenajes como The city of Miami takes pleasure in honoring Gentil Montaña as a distinguished visitor, en 1990 y el que le rindiera en 1991 la colonia latina en la misma ciudad de Miami.

Montaña tejía entre traste y traste, entre arpegios y acordes, la música popular que con su toque clásico llenaba salas donde quedaba flotando un aire colombiano y en donde la música nuestra sufría procesos de cambio que hoy le reconocen con homenajes como la Orden de Pacandé, en la ciudad de Natagaima, la medalla Sol de los Pijaos del Instituto Tolimense de Cultura, el del Instituto Distrital de Cultura y Turismo de Bogotá a su labor como compositor e intérprete y, el más reciente, en 1994, en el festival Mono Nuñez de Ginebra, Valle, donde es galardonado como uno de los exponentes de la música colombiana que más trascendencia ha tenido dentro y fuera del país.

Gentil Montaña, tras 18 años de actividad docente que toma con la seriedad y rigor que exige esta vocación, considera que está cumpliendo una labor aleccionadora. Su trabajo en la Universidad Pedagógica Nacional, en la Facultad de Bellas Artes, en el Conservatorio de Música de la Universidad Nacional y en la Academia Distrital Luis A. Calvo, se ha caracterizado por el cumplimiento y el propósito de que sus alumnos comprendan el valor de nuestra música.

Ha grabado seis discos como solista de la guitarra, destacándose los que hizo con la Orquesta Filarmónica de Bogotá en honor a los Reyes de España, con música de la independencia de Carmen Caycedo, y otro en Francia, para el sello Carré, con obras homenaje a Agustín Barrios Mangore. Su producción discográfica incluye además fonogramas para Discos Zeida en 1964 y 1965, un CD grabado en 1967, y fonogramas para Discos Bambuco.

Además de su gran éxito como intérprete, Gentil Montaña es un reconocido compositor, campo en el que se le considera destacado junto con grandes virtuosos y compositores latinoamericanos como Agustín Barrios-Mangoré, Heitor Villa-Lobos, Antonio Lauro, Leo Brouwer y Manuel Ponce

Sus más recientes presentaciones en el 2000 y 2001 incluyeron al Uruguay en el "Festival Internacional de Guitarra de Montevideo" ,Argentina en el festival de "Guitarras del Mundo", En el 2002 hizo su presenetación en el festival internacional de la Habana Cuba bajo la dirección del maestro Leo Brouwer.

Este mismo año Caroni Music y Art Ediciones publicaron a nivel mundial la Suite N°2 para guitarra de su autoría.

Gentil Montaña es un verdadero ícono cultural en su país y en su región, y esto se ha reconocido con las siguientes condecoraciones y homenajes:

La Orden de Pacandé en la Ciudad Natagaima en junio de 1975, y la Medalla el Sol de Los Pijaos del Instituto de Cultura Tolimense en 1976.

Homenajes del Conservatorio del Tolima, del Instituto Municipal de Cultura del Tolima en septiembre de 1976, del Instituto de Cultura Tolimense en el Teatro Colón de Bogotá en octubre de 1983, del Instituto Distrital de Cultura y Turismo de Bogotá en agosto de 1989, de la colonia colombiana en Miami en noviembre de 1990, del Gobernador y alcalde del Tolima e Ibagué en octubre de 1993.

La Medalla al Mérito por Homenaje XX Festival Nacional Mono Nuñez de Ginebra 1995, homenaje de la embajada de Venezuela en Colombia, del Convenio Andrés Bello y el Centro Venezolano de Cultura en 1998, invitación del gobierno venezolano al Tercer Festival de Guitarra Clásica en realizado en Londres en marzo de 1999.

Medalla de Plata al Mérito ¨José Acevedo y Gomez¨ (1999).

Hoy día, se desempeña como profesor de la "Fundación Artística Gentil Montaña", entidad que se dedica a la educación musical y propende por los principios ético sociales desde la expresión artística de la música tradicional Colombiana y universal.

Actualmente prepara la publicación de la Suite N°1, Suite N° 3 y Suite N°4 así como la grabación de estas obras.

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