PREAMBULO

 

Revivo el primer beso

la insinuación que no necesitó permiso

y un paseo inspirado en sensaciones devotas,

los domingos me transportan a lugares ingenuos

donde el lunes era guarda del zapatero,

en las ferias aprecié

guirnaldas coloreadas por mares

y salones de espejos,

entonces los viejos restauraban mitos sin sueldo

tunjos que alteran codicias

al anochecer fabricaban molinos de viento.

La aridez vigente desgarra mis huesos

y la plagiada patria

tolera mentiras que decretan,

el resurgimiento de un canto enmudecido a la fuerza.