OPTIMISMO
Una carta. Y es suya. Es su sencilla
letra menuda. Y su papel de rosa.
Y el nombre de su tierra deliciosa
en el sello postal de la estampilla.
Es la carta habitual, en que no brilla
su ingenio, pero que es tan ingeniosa.
Es la carta que yo no sé que cosa
tiene en su mansedumbre, que me humilla.
Alma ilusa, alma fiel y apasionada,
en esta nuestra edad desencantada
qué lección nos enseñan tus quimeras.
Novia de vacaciones, flor de un día,
que al través de los años todavía
me escribes! y me dices que me esperas.