LAS CARTAS
Me escribirás? Me escribirás? y en tanto
se desgarraba el tren hacia lo ignoto,
y era tu mano, en el andén, el loto
que simboliza la ilusión y el llanto.
Y pasaron los años, y el encanto
de escribirnos, dejó de ser devoto,
se hizo después deber, deber remoto,
y de deber se convirtió en quebranto.
Comó es de ciego el corazón, que ignora
que este flujo y reflujo del deseo,
como el flujo del mar, tiene su hora.
Hoy en nosotros la ilusión revive,
y los dos esperamos el correo...
pero ninguno de los dos escribe.