AUTORETRATO
Pequeño y regordete. Disforme panza
que orondo y satisfecho luce y exhibe;
bohemio consumado que há tiempo vive,
en pos de algo lejano que nunca alcanza.
De gracejo en gracejo, de chanza en chanza,
pasa las horas siempre; nada lo inhibe
para expandir sus goces, ni lo cohibe
nada, cuando se trata de alegre holganza.
Para ahuyentar sus penas bebe cerveza;
usa perpetuamente botín de lona
y toca la bandola con gran limpieza.
Es generoso, amable, gran caballero.
Es, hablando de veras una persona
que, con plata y sin panza, no tendría “pero”.