GYENTINO HIPARCO

A mediados de los años sesentas nació en Colombia El Club del Clan, un grupo de jóvenes artistas que vestían de jean y chaqueta, venidos de varias partes del país, despojados de todos los formalismos, con deseos de triunfar y mostrar su talento, viajando por todas las ciudades de Colombia y cantando sus canciones románticas, inspiradas en la música de Paul Anka, Enrique Guzmán y César Costa.

Entre este grupo se encontraba un tolimense nacido en La Arada, corregimiento del municipio de Alpujarra, que al igual que ellos deseaba que sus canciones llegaran a un público rebelde, romántico y soñador.

Hiparco Peña Ospitia era en ese momento un chico de 16 años que escribía sus primeras canciones y las compartía con sus compañeros de colegio y sus amigos, con la esperanza de que alguien algún día se interesaran por ellas. Nació el 24 de diciembre de 1947 y vivió en La Arada hasta que la violencia lo permitió, pues sus padres tuvieron que abandonar el lugar por amenazas. Viajó a Bogotá con sus padres, ella, una maestra de escuela a quien le gustaba la música colombiana y él un músico autodidacta. De los dos aprendió el amor por la música. Estudió en El Gimnasio Granadino y luego en el Seminario San Lorenzo de Brindis de los Capuchinos, donde tuvo la oportunidad de aprender a tocar algunos instrumentos y formarse una concepción gramatical de la música. Después de algunos años entendió que definitivamente la vida religiosa no era la suya, así que terminó su bachillerato en el Colegio Aurelio Tobón, actividad que compartía con diferentes giras y conciertos que daba El Club del Clan con artistas como Claudia de Colombia, Ana y Jaime y Vicky, entre otros.

Aparte de la música, Gyentino Hiparco, como se empezó a llamar, quería explorar otras áreas del conocimiento, así que se inscribió en la facultad de Ingeniería Metalúrgica de la Universidad Libre, carrera de la que se retiró en el quinto semestre para dedicarse de lleno a estudiar en la academia musical Luis A. Calvo, donde duró tres años.

Su carrera musical empezó con el primer puesto en un concurso de canto en el Teatro del Distrito. Gracias a este triunfo fue llamado por Radio Cordillera de Todelar que estaba organizando un programa musical con cantantes jóvenes de baladas. Se presentó ante el director Guillermo Hinestrosa que inmediatamente lo vinculó al famoso programa radial en el que los artistas más destacados eran seleccionados para hacer un especial que transmitía Todelar a través de Radio Continental. En estas transmisiones, con audiencia nacional, siempre había un artista invitado y a Gyentino le correspondió compartir el escenario con el cantante mexicano Javier Solís. Fue luego llamado a participar en El Hipódromo, un programa de televisión con el mismo elenco y el mismo director del programa de radio.

Sus primeras canciones, como la mayoría de los compositores en sus inicios, eran sencillas y elementales, tanto así que sus compañeros se burlaban. Por eso se empeñó en dedicar la mayor parte de su tiempo a perfeccionarse y convertirse en un buen compositor. La primera canción que le grabaron, una cumbia llamada Queja negra, fue interpretada por Francisco Pacho Zapata con la orquesta Los Z. Luego vinieron otras versiones como la de Los hermanos Martelo, una orquesta radicada en Medellín y la del Supercombo Los Tropicales de Venezuela, grupo con el cual se convirtió en un éxito latinoamericano.

Mientras se dedica a escribir y terminar su bachillerato, se conoce con un cantante de la CBS llamado Gustavo Gil, que se enamora de sus letras y lo vincula con esta casa disquera. Gil lleva al acetato la canción Todavía todavía, que tiene un relativo éxito. Simultáneamente fundan una disquera anexa a la CBS llamada EPIC, la cual, en busca de artistas nuevos, llama a Billy Pontoni, un joven cantante con quien Gyentino había compartido su etapa final en el Club del Clan. La disquera decide formar esta llave compositor-cantante y logran el más grande éxito de la música romántica obtenido por esa casa disquera. Se trataba de una canción sencilla que hablaba de amor, Alguien cantó una canción, que poco a poco fue ocupando los primeros lugares en Colombia y países como Panamá, Estados Unidos, Perú, Venezuela, México y toda Centroamérica.

En 1973 esta composición fue escogida como la más vendida de la CBS. Luego vinieron canciones como Por amarte tanto, Me acostumbraba, Pero ella me olvidó, Tú eres el amor, Maldigo, grabadas por Billy Pontoni, Tu recuerdo está conmigo, por Mariluz, Adiós amor, por Cuarta Generación, Por la mujer que yo quiero, por Los del Caney y Fugitiva por el dueto de Jorge Villamil. Además su voz fue grabada en un sencillo de Discos Orbe con las canciones Tu recuerdo está conmigo y Sé que no volverás.

Gyentino piensa que el éxito de su música se debe a que creció en un medio folclórico lleno de bambucos y pasillos. Esta nostalgia de los instrumentos típicos la ha plasmado en sus baladas, dándoles un toque colombiano y logrando una bella fusión. Detesta los festivales porque, según él, los fallos finales son una decisión muy personal y no reflejan realmente el talento de las personas ni son ninguna garantía de calidad. Ha sido Presidente encargado de Sayco, posición que le ha permitido estar más cerca de los compositores, atendiendo sus necesidades. Sus compañeros de trabajo lo describen como un hombre alegre, jovial, inteligente, que se ha ganado el cariño de sus empleados porque cree que lo importante son las personas y que las cosas materiales pasan, porque ve en su oficio de compositor un trabajo común y corriente por el cual no debe engrandecerse.