JORGE GUZMÁN DÍAZ

Aunque Jorge Guzmán Díaz nunca estudió música de manera formal, en sus inicios, la academia rodeó su ambiente familiar desde los primeros años de infancia. Su madre, Jonny Díaz, una huilense que perteneció por muchos años a los Coros del Tolima y hermana de Lizardo Díaz, el famoso Felipe de Los Tolimenses, y su padre, Jorge Guzmán Molina, prestigioso médico, alentaron sin pausa la pasión por la música.

Bajo la tutela de su mamá, quien recibía clases con el maestro José María Rincón Becerra, Guzmán expresaba ya su deseo de aprender las primeras tonadas y ritmos. El naciente fervor sería altamente valorado al interior de la familia. En cada viaje que hacían sus padres por cualquier ciudad de Colombia o del mundo, había tiempo para hacer un alto en el camino frente a una tienda de instrumentos musicales, pensar en Jorge y traerle una guitarra, un acordeón o unas maracas.

En el colegio comienzan sus primeros acercamientos a la dulce trampa de las melodías y los acordes, que compartía con algunos condiscípulos. Corría 1964 y Guzmán, con 14 años, conoce al maestro Augusto Labrador, compositor y arreglista con quien conformaría el grupo Golden Stars: Augusto en la guitarra, Rodrigo Suárez, el acordeón, Guillermo Ángelo, voz y guacharaca y Jorge Guzmán al bajo. Aunque el conjunto interpretaba música tropical, también aparecían en su repertorio baladas, boleros y otros géneros de los 60´s.

La agrupación tocaría una temporada en La Carreta, la primera discoteca para los jóvenes de la época, que tenía como grupo de planta la sonora Silver Jazz quienes cumplían compromisos musicales en la capital de la República en ese momento.

Se gradúa en el colegio de los Hermanos Maristas a la edad de 16 años. Parte hacia la ciudad bonita, Bucaramanga, donde se matricula en la Universidad Industrial de Santander en la facultad de ingeniería industrial. Por razones de tipo administrativo, junto a otros compañeros de carrera debe desarrollar sus estudios en la sede que la Universidad tiene en Pamplona. Aún gozaba del enamoramiento por la música y ella de él. Seguía pensándola, disfrutando de su compañía, soñando una y otra melodía que tiempo después se convertirían en canciones con ese estilo particular en la voz y la ejecución de la guitarra que se moldea de manera dócil ante cualquier género, permitiéndole expresar libremente lo que la música le dicta.

En una de sus vacaciones en Ibagué conoce a Gonzalo “Ricky” Henao con quien compartió largos años de trabajo en pleno esplendor de los 60´s, conformando una llave que en su momento pareció indisoluble y con un camino en donde el éxito se dibujaba.

El grupo que comenzó interpretando baladas de Enrique Guzmán, César Costa, Los pasteles verdes, Los tres tristes tigres y Germain de la Fuente, entre otros, rápidamente sería marcado por la influencia musical de bandas como The Beatles, The Rolling Stones, Deep Purple y Carlos Santana. De la época, Guzmán recuerda la adaptación de Swine River y la composición suya Temprano en la mañana.

Junto a “Ricky”, conforma más adelante el grupo L.S.D. ( La sexta dimensión), que entre 1969 y 1970 se transformaría en La Familia Sacramento. Durante ese mismo año el grupo, a petición del Círculo y del Club Campestre de Ibagué, participa como acompañante musical de Helena Mejía, Lalan Polanco y Olga Lucía Melendro, quienes ocuparon el primer lugar en el Concurso de Clubes realizado en la ciudad de Manizales y otro primer puesto con el tema La chica de la boutique en la voz de Sergio Arbeláez.

El cambio de nombre no era gratuito. Se habían involucrado un poco más con la mística de la época y cada uno iniciaba su propia búsqueda. Personas como Rodrigo Márquez, quien se integra al grupo, Jaime Londoño Amature y Arcesio González en especial, apoyaron de manera incondicional el trabajo de Familia Sacramento.

Radicado en Bogotá, termina sus estudios de ingeniería industrial en la Universidad de los Andes, al tiempo que cursa contaduría pública en la Universidad Santo Tomás. Su permanencia en la capital obliga igualmente el desplazamiento del grupo. Después de alquilar una casa, la Familia Sacramento se dedica a componer, empeñados en interpretar canciones de su propia autoría, pero esta obstinación dura bien poco y el grupo debe incluir en su repertorio música del momento si desean subsistir. En 1973, Jorge Calandrielli, hoy arreglista del exitoso cantante mexicano Luis Miguel, graba un larga duración con las canciones Temprano en la mañana e Isla Gorgona, este último, un tema que surgió a raíz de una invitación que les extendiera a Jorge y a Ricky, el entonces ministro de justicia, Alberto Santofimio Botero, a la isla Gorgona cuando aún era un centro de reclusión.

Quienes alguna vez escucharon a la Familia Sacramento, seguramente no han olvidado su calidad interpretativa y ese estilo propio para hacer sentir la música.

De aquella época en Bogotá, Jorge Guzmán recuerda el concierto en el parque de los novios, hoy Palacio de los Deportes, donde un grupo de Ibagué con la canción Sol astro rey puso a vibrar al público que al término de la canción y en un día de sol esplendoroso respondió vigorosamente; en el hotel Cardenal, donde el grupo acompañó a la Negra Grande de Colombia, y el montaje de un lugar, cerca a las Torres del Parque, llamado El Gran Escenario, donde se reunían todos los músicos que llegaban a la capital con el deseo de abrirse camino en el ambiente musical.

Para este momento, Rodrigo Márquez se había retirado del grupo para dedicarse a sus estudios y habían ingresado Mauricio Abello en el bajo y Kent Biswel a la guitarra.

Una vez terminados sus estudios en la capital, Jorge Guzmán regresa a la ciudad musical e ingresa al Conservatorio de Música del departamento para complementar con academia su formación autodidacta. La Familia Sacramento se había disuelto y Jorge Guzmán se dedica a otras actividades. En 1977 ocupa el cargo de gerente del Club Campestre de Ibagué, tres años después dirige seguros La Libertad, en 1981 gerencia TurTolima, donde impulsa el área cultural con nuevos conceptos en materia de turismo, y en 1983 es nombrado gerente el Banco de Occidente de la ciudad.

En medio de estas actividades y a través del tiempo, Jorge Guzmán se aleja un poco de la música pero nunca pierde el interés por ella. Colecciona cancioneros, sueña proyectos y saca, si se lo solicitan, una guitarra para hacer más íntima y agradable la velada al ritmo de canciones que marcaron una época y una generación que él bien conoce: los maravillosos 60’s.

No pasaría mucho tiempo antes que Jorge Guzmán decidiera una vez más montar un grupo. Aparece entonces el trío Madrigal que dio nombre a un conocido sitio de la ciudad. Yesid González, Alfonso Arenas y Jorge Guzmán. El trío llegaría a cotizarse como uno de los mejores, no por la interpretación exacta de reconocidas canciones sino precisamente por lo novedoso de los arreglos musicales.

Finalizado el ciclo de Madrigal, Guzmán se hace propietario de un club nocturno ubicado en el famoso sector de El Triángulo. Mariachis y Vallenatos son sus vecinos. Junto a Alberto Henkel y Germán Castellanos, en la taberna Coco-punch, forma un trío que cuenta con un piano, una batería y una guitarra. El conjunto estaba en todos los cierres de techo en la ciudad y en las más destacadas reuniones de la sociedad ibaguereña.

Luego vendría Signo, un grupo que durante algunos años se consolidó en primeros lugares por su trabajo serio y responsable en la música, sorprendiendo cada fin de semana en el Rancho parrilla, show por el dinamismo y frescura de sus interpretaciones. El grupo, conformado por Daniel Páez, uno de los flautistas con mayor proyección en el departamento, Germán Castellanos en la batería, Jorge Pinzón en el bajo, Augusto Labrador en uno de los teclados, Frank Jhoan Rodríguez en el otro, Ginna Mayorga primera voz y Jorge en la guitarra electroacústica y segunda voz cumpliría con el objetivo de cualquier artista: habitar en la memoria musical de la ciudad.

Luego los integrantes cambiaron y el percusionista Toño Nieto, Serena González y Augusto Labrador, estabilizaron uno de los grupos más importantes del departamento.

En 1999 grabó con Signo, Sobre Todo Amor, con composiciones de Carlos Orlando Pardo.

Jorge Guzmán nació el 3 de febrero de 1952. Con Augusto Labrador crea la fundación Hacer Región que busca apoyar e impulsar el talento local en todas las facetas del quehacer artístico, apostándole como siempre a su única compañía desde hace cincuenta años: el arte.