YESIDGUTIÉRREZ PALMA

 

Considera que lo hecho hasta ahora es sólo un comienzo ya que al ser un pintor de academia su trabajo lo desarrolla dentro de lo que califica como "figuración libre". Piensa también que lo aprendido es poco pero sólido.

"Soy un pintor joven y el arte es un camino muy largo". Yesid Gutiérrez Palma nació en Ibagué en 1956 pero a los tres meses es llevado a Bogotá. Hijo de un comerciante en transporte medianamente acomodado de ascendencia paisa, Camilo Gutiérrez, casado con la dama ibaguereña Lilia Palma, crece en un hogar de cuatro hijos. Estudió primaria en un colegio de Mosquera, localidad de Cundinamarca cercana a Bogotá. Este plantel era asistido por religiosas. Allí se insistía mucho en las artes manuales y atribuye su habilidad en el dibujo a tal circunstancia. También su acercamiento al color.

"Creo que esa fue una influencia bastante marcada porque desde entonces he estado muy cercano al color, al trabajo manual con colores. Aún conservo la cartilla en que empecé a dibujar porque me trae una remembranza de lo que yo hacía".

El bachillerato lo cursa en el Liceo Los Andes de Bogotá y al terminarlo regresa a Ibagué para estudiar arte en la Universidad del Tolima. Es hacia finales del bachillerato cuando racionaliza su inclinación hacia la pintura. La ve más que como una vocación, que también lo era, como una carrera profesional. En Ibagué tuvo como maestros, entre otros, a Manuel León y Edilberto Calderón. Ya en Bogotá porque el cierre de la Facultad de Bellas Artes cuando iba en quinto semestre lo obliga a marcharse, recibe clases de Carlos Granada y Santiago Cárdenas de quien tiene un concepto muy elevado como pintor y profesor.

Se le otorga el título de maestría, con especialización en pintura, en 1984. La universidad le proporciona las herramientas académicas: "Me dio conocimientos teóricos y científicos sobre la línea, la perspectiva, el color y los conceptos sociológicos. Yo tengo cierta afición por la figura aunque no sé hasta donde pueda llegar con ella. No soy un pintor representativo, me interesa más transformar para sugerir mediante la línea y el color logrando así una imagen en que su sola presencia como tal lleva a inquietar al espectador tanto visual como intelectualmente. Para alcanzar esto pintar es resolver plásticamente un cuadro, orquestado como una sinfonía. De hecho este es un acto creativo donde se conjugan varias situaciones como la transformación de una realidad o un lenguaje propio a partir justamente de mis propias vivencias que enriquecen una serie de elementos que encuentro dentro de la corriente contemporánea. La misma confrontación con el gran formato que he venido trabajando es una invitación a sumergirse dentro de esta dimensionalidad que la veo como una gran pantalla panorámica donde el concepto, la idea y la forma tienen un cierto poder de sugerencia. La figura es un pretexto para concebir mi obra dando cabida al concepto y al tema. Estos aspectos se interrelacionan comprometiendo la realización artística con el espectador".

Su primera aparición pública fue en el I Salón Regional, zona del Tolima en Ibagué, obteniendo el primer premio cuando aún era un estudiante de primer semestre. Ha sido seleccionado para diversos salones a nivel nacional e internacional. Participa en la exposición 15 artistas colombianos que se lleva a cabo en el Museo de Arte Moderno de Costa Rica y en colectivas en París y Berna. Con anterioridad había realizado una muestra individual en la Galería Doroteo en 1981. En la capital francesa cuelga una exposición individual en la sala Jacques Brel.

Los premios no le han sido esquivos: primer premio en el II Salón Regional de Artes Plásticas de Ibagué en 1979, mención de honor en el Salón Francisco Antonio Cano de la Universidad Nacional en 1983, primer premio en el Salón Tolimense de la Biblioteca Soledad Rengifo de Ibagué en 1986 y beca de honor del gobierno colombiano para especialización en París en 1990 a dónde viaja en 1991.

Define su experiencia parisina como "algo bastante importante porque me encuentro con lo que había estudiado. Pude reafirmar y descubrir al mismo tiempo la forma y el color, corregir apreciaciones, fue un hallazgo maravilloso". Cuando salió de la universidad montó su taller en el barrio La Candelaria de Bogotá y permaneció en él por espacio de cuatro años trabajando constantemente, intentando abrirse nuevos caminos a partir de la academia recibida. Durante algún tiempo de esta etapa trabajó como profesor en la Cooperativa de Bellas Artes de Bogotá. Finalmente, participa en una convocatoria del ICETEX para artistas sobresalientes y gana la beca a París. A su regreso temporal, pues el año entrante se reincorporará a París, prepara una exposición para 1997.

"Pienso realizarla en Ibagué porque aquí está la ciudad de mis afectos". Considera que se está dando un verdadero revolcón en la pintura actual. "Ahora la pintura, como actitud, comporta un espacio vivo que contiene un criterio y deja un rasgo de reflexión filosófica y crítica, acercándonos al pintor tanto por forma como por sus ideas. Se trata de un arte subjetivo por la fuerza de sus postulados y de su libre concepción como obra. Existe aquí un acercamiento múltiple y subjetivo entre la obra y el espectador. El artista se crea así su propia mística de elaboración y comunicación".

Eduardo Márceles Daconte señaló en una nota de prensa de 1983 que "sus figuras humanas están construidas en base a grandes masas de color en aceite que impresionan por su simbolismo con una singular economía de ingredientes. Las figuras distorsionadas se ubican en un espacio nada convencional, fondos monocromáticos de asombroso dinamismo, aunque también sabe jugar con colores fuertes que se imprimen de una manera nerviosa sobre la superficie, sin importarle el detalle minucioso sino la sensación de conjunto. Y es precisamente esta impresión de ostracismo y aislamiento la que se proyecta en esos hombres que bajo un paraguas imaginario dentro de un bloque de hielo ilusorio o encerrados en su propia actitud fetal, contemplan el mundo irracional de los espectadores que observan desde afuera".

En septiembre de 1996, fue seleccionado para el Salón Nacional del Banco Ganadero en Bogotá.

El día 11 de agosto de 2007 se inauguró en el Museo de Arte Contemporáneo de Bogotá MAC, el tradicional Salón de Agosto que se celebra anualmente desde hace 40 años, Gutiérrez recibe un reconocimiento por su obra bidimensional.

Su obra ha sido seleccionada en varios Salones Regionales y en los últimos años ha dedicado su experiencia plástica a los ensamblajes en donde usa además del óleo elementos acrílicos.

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