LUIS EDUARDO GALLEGO VALENCIA

 

Nació en Villahermosa, en 1941. Estudió Ciencias Económicas en la Universidad Nacional de Colombia, recibió el título de Economista en 1965. En su actividad profesional desempeñó cargos directivos en el sector público y privado, en entidades como el Instituto de Reforma Agraria, INCORA (1964-66), el Servicio Nacional de Aprendizaje SENA (1966-75), la Secretaría de Hacienda de Bogotá D.C. (1987-88), y en empresas privadas como AVIANCA S.A. (1977-78), antes de ingresar a la docencia y la dirección académica en reconocidas  universidades del país.

Fue profesor de Historia del Pensamiento Económico, Historia Económica de Colombia, Historia Contemporánea. Ejerció cinco años como Decano de la Facultad de Economía en la Universidad de La Salle (1982-87), luego siete años como Decano de la Facultad de Ciencias Económicas en la Universidad Los Libertadores (1992-99). Desde entonces está dedicado a la investigación histórica y literaria.

Es autor de una obra que comprende una trilogía de novelas alrededor del tema de la colonización de las montañas de la cordillera central colombiana en el siglo XIX hasta mediados del XX en las cuales se puede apreciar la dimensión de los conflictos humanos, del individuo y el grupo enfrentado a la selva, en lucha por establecerse en sociedad mientras avanza en tiempo y espacio. La historia de las migraciones al sur de la antigua Provincia de Antioquia es una verdadera epopeya de labriegos y empresarios por conquistar el actual centro vital de la república. Dado el contenido histórico de algunos episodios y personajes de las novelas el autor prefirió agruparlas bajo el rótulo de Reminiscencias, esto es memoria o recuerdo de acciones del pasado algunas veces vaga e imprecisa, algunas veces tratadas por otros escritores, de todas maneras literaria y en este caso particular creativas y fantasiosas.

Estas novelas exploran el conflicto del hombre enfrentado a un medio ambiente salvaje, hostil, despiadado: la naturaleza en primer lugar y las limitaciones y dominaciones del sistema heredado del régimen de la Corona Española del cual hace parte una cultura propia. De allí sale triunfante gracias a la voluntad, la persistencia, la tenacidad, el orgullo propio y la fe, la ambición, entre otros, luego de luchar contra los mitos y arcanos de la selva, las argucias y artimañas legales de los pretendidos terratenientes, los intereses políticos del momento, las fuerzas de la revolución y la reacción enfrentadas en los campos de batalla y los estrados judiciales.  Los protagonistas son líderes históricos que se mueven en espacios reconocibles en un marco circunstancial determinado, con una psicología propia para atender el cúmulo de obstáculos y lograr el triunfo de sus ideales.

Reminiscencias de la Colonización Antioqueña comprende: El Último Encomendero, una introducción a la madre de todas las migraciones por el sur, esto es el desplazamiento humano por el territorio Arví o Arbi (actual Departamento de Caldas) intocado desde la Creación hasta la tercera década del siglo XIX, cuyos ríos y selvas sienten la vanguardia civilizadora del tres hombres completamente diferentes en su formación intelectual y en la práctica de sus ejecutorias. El Enigma del Nevado, una descripción épica de la vida del colonizador y soldado Isidro Parra que lideró la incorporación de extensos territorios del Norte del Tolima a la vida civilizada en tiempos del Radicalismo liberal y las guerras civiles anteriores a la Regeneración. La Caída de la Torre, sigue el rastro de la sociedad instalada en lejanías de la cordillera y sometida al orden religioso y político de la provincia desde los tiempos de La Regeneración y la Guerra de los Mil Días hasta la tenebrosa Violencia de los Años Cincuenta, esto es el desmorone de una sociedad y una cultura forjada con el esfuerzo de cinco generaciones.

La ambición de una parte, la necesidad por la  otra, son fuerzas que abren paulatinamente los caminos a la conquista del extenso territorio selvático en pleno centro del país el cual será la redención de miles de familias y la consolidación d e la república independiente.

En esta gesta cargada de heroísmos los colonizadores fundaron más de cincuenta poblaciones respetables en un lapso de setenta años, algunas de ellas ciudades pujantes hoy en día, e incorporaron a la nación más de 500.000 hectáreas de tierras selvática para dedicarlas a la agricultura y la ganadería. De aquí surgió la economía del café, sostén y emblema muchos años del país.

Las novelas de esta trilogía tienen fuerza emotiva, vivo dramatismo, tensión y densidad. Sus episodios comprometen al análisis y conclusiones, no obstante su cariz de entretenimiento literario. El autor desarrolla una prosa ágil, elegante, de estilo propio, sin caer en ramplonerías ni bajezas.

Quiere explorar el interior de sus personajes en busca de emociones y sentimientos, pasiones y virtudes, formas de interpretar la realidad cambiante. Por eso tienen un alto contenido humanístico y social.

Para completar la visión global del proceso colonizador, publicó en el 2008 Tradiciones y Leyendas del Quindío, región con la que tiene fuertes vínculos afectivos, libro que recoge parte de los ensayos y artículos trabajados en su investigación de veinte años.