MIENTRAS MUEREN LAS HORAS

 

Me buscas y te busco. ¡Maravilloso encuentro!

se agolpa la caricia que hace muda la boca,

es pequeña la vida e infinito el misterio

de sentirte a mi lado, mientras mueren las horas.

 

¡Cuánta ilusión!, la noche se fuga a los luceros

e invade nuestra estancia discreta y silenciosa;

la piel desnuda copia la lividez del cielo

mientras tiemblan las manos, mientras mueren las

horas

 

La penumbra ilumina, como un altar tu cuerpo,

el aire vaporoso sobre tu tez retoza,

en mis brazos te escondo, en los tuyos me pierdo;

 

mi tacto te recorre y tu perfil me roza:

la realidad en nosotros cesó por un momento,

para soñar despiertos, mientras mueren las horas.