¿DONDE ESTARA MI NAVE?

 

Como un marino ciego

voy buscando mi nave perdida de repente

y no la encuentro y no hallo ni una isla

donde dejar –como quien se confiesa–

este pasado lleno de recuerdos.

¿Dónde estará mi nave?

¿Qué ola fugitiva sin posible retorno

la ha arrastrado hacia playas ignoradas?

¡Ah, mi nave, mi nave!

Nunca tuve una nave como esa,

tan segura,

tan intrépida y noble, tan llena de armonía.

¿Donde estará mi nave?

¿Qué espumas rodearán su talle marinero,

qué peces le dirán al oído canciones,

qué ramas de otras playas

rozarán sus costados?

 

¡Ah, mi nave, mi nave!

Ella irá jubilosa surcando otros caminos del agua.

Con la proa, igual a una mirada, fija en el horizonte.

Y yo, su capitán, abro todos los mapas,

buceo las corrientes

por ver si entre los plieges infinitos del agua

vuelvo a encontrar mi nave.