ÓSCAR ECHEVERRY MEJÍA

 

Hasta su muerte, el 11 de diciembre de 2005, Oscar Echeverry Mejía, reclamado también como escritor de los departamentos del antiguo Caldas pero que nació en Ibagué el 15 de mayo de 1918, realizó con la asombrosa vitalidad intelectual de un adolescente, la apostólica tarea de realizar campañas por la conservación del buen uso de la lengua y la misión de escribir poesía con devoción indeclinable.

Miembro de la Academia Colombiana de la Lengua desde que tenía 38 años, primero como correspondiente y luego ascendido a miembro de número, desempeñó el cargo de Jefe de Relaciones Públicas por 10 años, durante los cuales fue un impulsor e intérprete acertado de la nueva modalidad actuante y didáctica de la academia, como la deseaba el padre Félix Restrepo.

Oscar Echeverry comenzó publicando sus primeros artículos, cuando apenas contaba 17 años, en El diario, periódico pereirano dirigido por Emilio Robledo Uribe. Desde entonces inició una de sus facetas, el periodismo. Miembro del Consejo de Redacción de la revista bogotana Café Literario, fue columnista permanente de los diarios La República, El Colombiano, Occidente y La Tarde, además de escribir notas bibliográficas y de idioma en los periódicos afiliados a Colprensa y en varias revistas colombianas.

Poeta, lingüista, académico, diplomático y periodista, para este tolimense que ocupó una silla en la Comisión de Vocabulario Técnico de la Academia Colombiana de la Lengua, el estudio de las letras y, por supuesto, la acertada mezcla entre el material idiomático adecuado y el elemento poético, dominaron sus afectos.

Licenciado en Filosofía y Letras, desde su viaje a España como Primer Secretario de la Embajada de Colombia en Madrid, comenzó una carrera diplomática brillante que lo llevaría a ser cónsul en México, Venezuela, Panamá y jefe de la División Cultural del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia, como parte de un camino que alternaba siempre con su pasión mayor, la poesía.

Considerado por la crítica como postpiedracelista y alumno de poetas como Jorge Rojas, Eduardo Carranza o Carlos Martín, Oscar Echeverry publica su primer libro de poesía titulado Destino de la voz cuando corría el año de 1942.

Hasta la fecha ha publicado 18 libros de poemas dentro de los cuales se encuentran Escala del mundo, Humo del tiempo, España vertebrada, La patria ilímite, Mar de fondo, Viaje a la niebla, La llama y el espejo, La rosa sobre el muro, Cielo de poesía, Canciones sin palabras, Duelos y quebrantos, Toledo, Sólo el amor y Poesía .

Además de estos poemarios, también ha incursionado en temas que tienen que ver con el uso de nuestra lengua: Nuestro Idioma al Día, texto de enseñanza de español durante varios años para millares de estudiantes colombianos y el Diccionario Abreviado de la Lengua Española.

Su labor crítica reúne títulos como el estudio y la antología sobre Guillermo Valencia y en 1964 publica en compañía del médico y novelista Alfonso Bonilla Naar, a través de la editorial Stella, la famosa antología 21 años de poesía colombiana, que reúne a los autores representativos entre 1942 y 1963.

En la serie Granada Entreabierta del Instituto Caro y Cuervo, en el número 26, se publicó en 1980 una antología de sus poemas escritos entre 1963 y 1964, bajo el título de Las cuatro estaciones, en donde el prologuista, Lino Gil Jaramillo, advierte que Echeverry, por encima de todo, "mantiene la inalterable vigencia de la poesía y la belleza en ese afán loco de dibujar con tenues pinceles cuanto nos rodea".

Sus poemas han sido traducidos a cinco idiomas y publicados en diversos países de América y Europa. Figura en antologías poéticas de España, Argentina, México, Estados Unidos, Francia, Uruguay, Bélgica y Colombia, y fue ganador del premio literario Bernardo Arias Trujillo, otorgado por el departamento de Risaralda.

Profesor de Literatura Colombiana y Universal, miembro fundador de la Sociedad de Escritores de Colombia y expresidente de la misma, miembro de número de la Sociedad Bolivariana y del Instituto Sanmartiniano de Colombia y honorario de la Sociedad Bolivariana de Venezuela y Paraguay, además de pertenecer a la Academia de Letras y Filosofía, y a la Hispanoamericana de Letras, este poeta tolimense ha sido galardonado con la Orden al Mérito Civil del gobierno español, primero en grado de Oficial y luego de Comendador, la Orden de Rubén Darío, otorgada por el de Nicaragua, y la Orden al Mérito Vallecaucano Benjamín Herrera, del municipio de Cali.

Representante de Colombia en varios congresos de literatura y de lenguaje en España, Chile, Venezuela, Panamá y México, Oscar Echeverry Mejía fue un enamorado sin retorno de la naturaleza, la poesía de su tiempo, de la pureza del idioma y de su familia.

Casado tres veces y con siete hijos, Oscar Echeverry, quien soñara en su infancia con tocar saxofón y ser médico, dedicó sus últimos días a la poesía y a respirar el aire de Aguasabrosa, una finca a 20 kilómetros de Buga, donde hasta el último momento se entregó con el rigor de siempre al bello oficio de la palabra.