LUIS CARLOS DELGADO PEÑÓN

La contínua labor pública de Luis Carlos Delgado Peñón ha impedido que dedique el total de su tiempo al cultivo de un talento que su padre, don Luis Carlos Delgado Pérez, vislumbró cuando lo matriculara en cursos de guitarra y acordeón con tan sólo cinco años de edad.

Nació en Venadillo el 8 de junio de 1947. Integrar los coros infantiles de su pueblo y luego enfrentarse al colegio Tolimense en Ibagué, adonde llega con la ingenuidad propia de un pequeño niño “pueblerino”, fueron los primeros pasos de un hombre que respira música por todos sus poros.

Bachiller del colegio Nacional de San Simón en 1965, Delgado hace parte de los coros, barras y de la tuna del colegio, en un primer aprendizaje, además único, de la música como academia. El maestro José Ignacio Camacho Toscano lo llevaría de la mano por este mundo de acordes, melodías y partituras.

Es entonces cuando decide viajar a Pereira para adelantar estudios de Ingeniería Industrial, grado que alcanza en 1972 en la Universidad Tecnológica de esta ciudad. El contacto con la música del eje cafetero y las tertulias caseras, le afianzarán el amor por este universo que le sigue atrayendo sin poder entrar de lleno en él.

Gerente de la Fábrica de Licores del Tolima, de Teletolima, Senador y Gobernador encargado del departamento por decreto presidencial en dos oportunidades, Secretario de hacienda y de obras públicas, Alcalde de Ibagué en dos ocasiones y para iniciar el siglo XXI representante a la Cámara, el periplo de Luis Carlos Delgado ha estado ligado indeleblemente a la administración, la política y la academia, pues ha alcanzado postgrados en administración para el desarrollo en Río de Janeiro y se diplomó en alta gerencia en la Universidad de los Andes.

Ha asistido a numerosos congresos, cursos y seminarios a lo largo de América Latina. Sin embargo, hoy, Luis Carlos Delgado insiste en su música por ser ella parte constitutiva de su alma.

Hacia 1975 escribió su primera canción, Venadillo merece nuestro amor, un tema con ritmo tropical en donde plasma el espíritu alegre de su tierra. Grabada por Augusto Labrador, el éxito de su primera obra lo obliga a liberar de la clandestinidad sus canciones.

Nostalgia provincial, vallenato, En mi región, bambuco, Nostalgia de mi tierra, pasillo, Aires norteños, rajaleña y Amada mía, bolero, grabados por los duetos Viejo Tolima y Los Inolvidables, dan a Luis Carlos una presencia contínua en la música tolimense, una música que defiende desde cuando era guía turístico en los festivales folclóricos del 70 al 75 hasta hoy, cuando celebra trece años de ser miembro principal de la junta directiva de la Fundación Musical Garzón y Collazos, que fundara junto con Doris Morera de Castro, realizando una labor invaluable en la recuperación de nuestro folclor tolimense.

Desde esta fundación, Luis Carlos Delgado ha realizado una de sus labores más sobresalientes: la promoción de nuestro folclor.

La realización, ya en varias oportunidades, del festival de duetos Garzón y Collazos, ha logrado el estímulo y la difusión a decenas de artistas que caen en el olvido de nuestros medios y de la política gubernamental.

Y aunque pareciera que su oficio es más administrativo que artístico, la sensibilidad que demuestra en cada una de las tareas que emprende y las canciones que hacen himno a la raza que lo cobija como hijo suyo, se erigen como una muestra de que el alma musical de nuestro pueblo no necesita de la dedicación completa sino de la voluntad por contar nuestras historias.

Aún conserva diez temas inéditos que no serán guardados en el cajón del olvido, toda vez que su vida llevará la sangre musical hasta su muerte, cuando un tiple y una guitarra defiendan su derecho a ser guardianes de un hombre que le canta a su tierra.