HOY
Hoy salí a buscar algo que te pertenece:
la sombra de tus pasos a través de la aceras,
la angustia adherida a tu piel,
tus sueños delirantes
y tus abrazos en el silencio de la noche.
No encontré
ni los centauros que danzaban
cuando tocabas la ocarina
ni las huellas de tus pasos
que por el bosque quedaron esparcidas.
Tan solo hallé
tus zapatos vacíos
olvidados en alguna parte
y tu llanto que quedó atrapado en las rocas
antes de saltar
al abismo de la nada.