POEMA DEL AMOR CRUEL
Amor, travieso Amor,
diosecillo voluble y juguetón:
¡cómo destrozas todos tus jugetes!
¿Qué es eso que destrozas
con bárbara alegría?
¿Qué es?...
-Un corazón...
Mira cómo es bonito
y rojo y blando y tibio...
Palpita entre mi mano
con un temblor liviano,
con tic-tac de reloj.
Tiembla muy levemente
como el pichón de alondra
que una tarde estival
cogi traidoramente
tras la maraña fresca del rosal.
Es, quizás, un capullo,
el más viejo capullo
primaveral...
Oye, yo quiero
saber qué hay aquí dentro
prisionero...