LA NIÑA BUSCA UNA RISA

 

Con vaivén arrullador

los árboles mece el viento

y en su armonioso rumor

la niña se está durmiendo...

Un lindo cuento de hadas

la Brisa le está contando:

-Niña de oro... niña de oro,

carita de rosa y nardo.

Ya viene el Hada Alegría

a llevarte a su palacio

para enseñarte la risa:

placer, y bullicio, y canto.

Vestida con los crespones

sonrosados de la aurora,

llegó el Hada Alegría,

con su cabellera blonda,

y a la niña dijo

sonriente:

Vamos, preciosa,

vamos a buscar tu risa

por los campos y las frondas.

La mano suave del Hada

va llevando a la chiquilla

de las colinas al río,

del río hacia la campiña.

Las vio pasar un enano

de Blanca Nieves la linda:

-¡Hada! ¿Para dónde llevas

esa nena tan bonita?

-¡Qué enanito tan curioso!

La llevo a buscar su risa.

¿Tendrías alguna en tu oculto

retablo de maravillas?

-Pues... Tal vez dí... tal vez.

Buscaremos. Vamos niña.

Llegaron donde el enano,

en el hueco de un roca;

tenía su habitación

llena de piedras preciosas.

-Aquí están las risas, niña.

te gusta la voz sonora

con que la campana alegre

en la torre canta “Gloria”?

No, enanito... Esa no...

Yo quiero que busque otra.

-Oye: y el claro rumor

del río bajo la fronda?

-¡Ay, no! Yo le tengo miedo

¡Parece que a veces llora!

-Y el gorgeo de las aves

cuando saludan la aurora?

-No... con esa algarabía

mamá se pondría nerviosa...

Vamos, Hada. Busquemos mi risa.

-Vamos, preciosa...

Pero llegada la noche,

y la luna ya venía

con su cortejo de estrellas

y plateadas nubecillas,

y el Hada, dijo:

-Volvamos

a tu casa, y otro día

iremos por todas partes

hasta que hallemos tu risa.

Cuando iban a llegar,

una dulce melodía

-mezcla de gorjeo de aves

y de rumores de brisa,

y de canciones de río,

y de alegres campanitas,

acarició los oídos

sensitivos de la niña

que así dijo:

-¡Hada! mamá se está riendo

¡Hada! ¡Yo quiero esa risa...!