MENSAJE A LOS POETAS DEL TESTIMONIO


“El hombre muere, el pueblo es inmortal

e inmortal es el poeta, cuyas canciones

son latidos del corazón de su pueblo.”

Máximo Gorki


Escuchad, oídme compañeros,

escuchadme vosotros que levantáis las plumas

que surgen desde el pueblo.

Que cantais las tristezas y las esperanzas,

sus gritos ausentes del oído del rico

sus mutilados cuerpos labradores,

sus manos callosas sembradas de mañanas,

su roja sangre que baña las praderas

sus abiertas heridas que ya la voz restaña

sus bellas amapolas y fusiles

y la noble bandera de su honrada camisa.

 

A vosotros os hablo,

escuchadme:

Los que entregáis el canto sin monedas,

ni colocáis la pluma en la subasta

de los viejos pastores del nuevo pensamiento

 

A vosotros

que a cambio de sentaros en los fríos sillones

de las burguesas academias

-donde se ignora hasta el dolor del pueblo-

reposais sobre el tronco del leñador humilde,

en el escaño huérfano de la olvidada escuela

o en la asamblea roja que prepara el futuro del pueblo.

A vosotros

poetas de las voces erguidas,

las voces- testimonio!

 

A vosotros

que no tenéis “honoris causa”

fabricada con la sangre negra y traidora

de enormes rotativas

A vosotros

que os levantáis

ante la espada impura de la justicia,

que aunque desnuda y vigilada no está casta,

que combatís de frente al enemigo,

a la clase humillante

para formar la vanguardia de los humildes!

 

A vosotros os hablo,

poetas del presente y del futuro

y os digo firmemente

que ha llegado el momento de escribir y combatir,

que un nuevo sol sobre la tierra

comienza a relucir,

que es necesario habitar la vida proletaria

y repartir la tierra con las manos y las armas

a los desheredados y despojados de parcelas.

Oídme compañeros:

Nuestros poemas deben ser los hombres,

la vida circundante, la realidad golpeante,

el pueblo levantado en vuelo.

Nuestras raíces nacen del corazón

y van a entregarse en el hermoso suelo

para beber sedientas, el sudor y las lágrimas

de los hermanos muertos.

 

Allí están vigilantes, combatientes,

Camilo, el Ché, Galán;

obreros, campesinos, estudiantes,

con sus teas ardientes!

 

Escuchad...

ya están cayendo

lejos están de esta primavera

los poetas del tiempo agónico,

los de las manos y las bocas frías,

los que entrabaron la pasión y el canto

y los trocaron en dolor, vergüenza y llanto.

 

Ahora,

el tiempo es nuestro!

El futuro y la patria son nuestros!

son del pueblo!

Escuchad...

Colocad vuestros oídos sobre la piel del mundo,

abrazad la tierra,

mirad hacia adelante y hacia el cenit profundo,

ya llegan los sonidos de los pasos del pueblo

ya las huellas señalan nuevos caminos,

ya las gargantas cantan nuevas canciones,

ya los pechos habitan altas pasiones,

ya los aires estrenan nuevas consignas

y ya en los corazones brotan nuevos amores.

 

Escuchad...

poetas de hoy y de mañana:

Solo no moriréis si defendéis al pueblo.

Si quedan vuestros cuerpos sobre la tierra amada,

los cantos, las batallas gemirán en la alborada,

altura popular alcanzará el verso

y carne de la patria amasarán los huesos.

 

Escuchad...

colocad vuestros oídos sobre la piel del mundo,

abrazad a la tierra,

poetas, compañeros,

abrid el corazón,

marchad a la vanguardia,

que a pasos gigantescos está llegando hermosa

NUESTRA REVOLUCION.