ESPERANZABETANCOURT

Una palabra define la obra de Esperanza Betancourt: búsqueda. Siempre se ha interrogado sobre su arte, sus implicaciones sociales y estéticas, sobre la función del color y la forma, sobre sí misma y su misión como artista. Esa búsqueda no ha cesado y con seguridad no cesará.

Si bien nació en Cali el 5 de julio de 1957 fue llevada por su padre tolimense a los cuatro meses a Ibagué, ciudad en la cual transcurrió su infancia y adolescencia hasta terminar el bachillerato en la Normal María Inmaculada de esa ciudad en 1978.

Desde niña dibujaba y copiaba con lápices de colores, pero éstos le quedaban parejos y aprendió a mezclarlos, en especial los verdes. Sólo hasta su tránsito por la universidad llegó a comprender las técnicas y los procedimientos en ese mundo mágico, iluminado o sombrío del color.

Estudió artes plásticas en la Universidad Jorge Tadeo Lozano de Bogotá y tras cinco años de aprendizaje obtuvo el título de maestra en bellas artes. Pero lo que para otros hubiera sido una meta para ella fue una orden de largada. Se fue a México primero y después al Perú. En México sus numerosos cursos, seminarios, talleres y postgrados dan cuenta de esa búsqueda incesante. Llegó al país azteca en 1981 y de inmediato se inscribió en la Universidad Nacional Autónoma en cursos sobre comprensión de lectura en inglés y traducción, introducción a la historia del arte y el renacimiento. Al tiempo adelantaba sus estudios sobre maestría en artes visuales con orientación a la escultura, artes visuales y pintura, así como todos los créditos académicos en historia del arte que le permitieron optar al título del doctorado en esta materia.

En Perú sucedió de igual forma en la Escuela de Bellas Artes de Lima donde, además, dictaba ya conferencias.

Su primera exposición colectiva data de 1984 y se realizó en la Universidad Católica, en Bogotá, y al año siguiente expone, también colectivamente, en la Tadeo Lozano donde hará su primera muestra individual en 1986.

No se olvida de la ciudad que la vio crecer y expone en las bibliotecas Soledad Rengifo y Darío Echandía pero en 1989 la encontramos ya en México participando en una muestra colectiva en Coyoacán y en el Centro Histórico, la Escuela Nacional de Artes Plásticas y la Sala de San Carlos en ciudad de México, así como en la Universidad Tecnológica de Puebla, amén de otras muestras en ese país y varias en Colombia en los viajes frecuentes que realizaba. Ha viajado también por Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Ecuador.

"En México yo trabajé mucho la pintura y la escultura pero apartaba las dos. Lo que no resolvía en pintura lo estaba resolviendo en escultura y viceversa. En Colombia se trabajaba con el espacio tanto en pintura como en escultura pero en México sigo trabajando con el espacio pero enfocado en la escultura pœblica. Mi obra no está encerrada en un museo ni es para unos pocos".

Su tesis de doctorado versó sobre el tema de los espacios y la escultura pœblica. Inicialmente pensaba que se debía exponer por lo menos una vez al año pero, sumergida en el mundo teórico de su tesis, ha roto esa regla y se da tiempo para saber qué es lo que quiere hacer, a dónde va, su eterna búsqueda.

De ella, en sus comienzos, dijo Jorge Elías Triana: "Logra en este trabajo, a partir de formas biológicas, producir un juego de ritmos y formas espaciales que unidos a las texturas crean una sensación de dinamismo continuo".

La crítica mexicana Elena Enriquez señaló: "Los cuadros de Esperanza Betancourt no reproducen lo visible, tienen el propósito de revelar lo imperceptible de las cosas, y no porque no existiera sino porque hasta entonces había permanecido oculto. Teniendo como punto de partida el cubismo analítico, derivado de su pasión juvenil por Picasso, la artista realiza una exploración donde el modelo es sólo un pretexto para abrir el espacio y desintegrarlo con el fin de que las formas aparezcan por sí mismas, con vida propia".

Ella misma define su trabajo como un proceso que va desde el realismo y pasa por el cubismo y el expresionismo. Pero no se trata de representar lo ya hecho, se trata es de buscar otras formas y eso es lo que sigue haciendo.