BENDITO PECADO
Quiero armar lentamente un barco de madera,
de roble de comino, de cedros, de nogal
donde guardar ansioso en palpitante espera
tus cartas, tus retratos, tus cuentas de coral.
En el puente de mando controlando el timón,
llenar el pensamiento con tu figura esquiva,
grabar en la bitácora de rojo bermellón
las letras de tu nombre, los signos de mi vida.
Si no construyo el barco de las finas maderas
donde quepa el tesoro de nuestro inmenso amor,
como si fueran frutos de un bendito pecado.
En un joyero blanco finamente tallado
guardaré tus caricias, tus dolientes ojeras,
tus lágrimas, tus besos, mi angustioso dolor.