JOSÉ ORLANDO ARIZA

La infancia de José Ariza Barrero transcurrió en el parque del barrio Belén de Ibagué donde aprendió a canturrear jugando a las escondidas entre los árboles florecidos y los surtidores de agua en la vecindad de la iglesia del Perpetuo Socorro; allí mismo, en la esquina de ese parque, aprendió las primeras letras en la escuela Diego Fallón y cantó por primera vez en público frente a una multitud de niños un viernes de izada de bandera.

El tenor tolimense de pantalones cortos en Belén había nacido un 3 de noviembre de 1947 y veinte años más tarde se recibía de Maestro en la Escuela Normal Nacional Integrada. Hijo de la espinaluna María del Carmen Barrero y de José Joaquín Ariza, nacido en Cajamarca, adelantó estudios de formación musical en el Conservatorio de Ibagué, en la Universidad Pedagógica Nacional de Bogotá y en la Academia Luis A. Calvo.

Su actividad musical se inicia desde bien temprano, cuando el niño Ariza descubre su sorprendente sensibilidad para la interpretación vocal acompañada de un excelente oído musical que iba desarrollando a la par con las melodías que escuchaba en la radio, inquietudes artísticas que fueron afortunadamente fomentadas por sus profesores en la época de la Escuela Anexa y que lo llevan a participar en el Concurso Cantante del año Voz del Tolima con la complicidad musical de Eneila Caviedes y Pedro Antonio Rocha, quienes lo sitúan frente a un micrófono para actuar en un Radioteatro en vivo. Es el año de 1969 y Ariza resulta ganador del Primer Premio en este certamen.

Luego de este importante galardón, Jorge Eliécer Barbosa le ofrece la oportunidad de participar en Ondas de Ibagué en un programa para aficionados que él dirigía y en el que José Ariza actúa con el trío Los Cautivos como cantante. Se une luego al trío Los Calimas con los que se dedica a serenatear, siendo testigo entre guitarras del nacimiento de grandes romances y reconciliaciones que terminaron felizmente en matrimonio. El trío se presenta en la Emisora Nuevo Mundo de Bogotá donde comparte escenario con Marco Antonio Muñiz; integran la compañía de teatro de Campitos en la que se encargan de la parte musical y en ese ambiente se arriesga como solista en el Nueva Ola Club, filial del Club del Clan en Ibagué que organizaba por esos días Jorge Barón desde la emisora Ondas de Ibagué para todo el país, alternando con figuras musicales de la época como Maryluz, Cristopher, El “Culebro” Hernándo Casanova, Vicky y Claudia de Colombia en los programas que se presentaban en el Teatro Tolima.

Ya definitivamente como solista es llamado para formar parte del grupo de artistas exclusivos que la Lotería del Tolima presentaba en sus tradicionales sorteos semanales a lo largo y ancho de todo el departamento. Simultáneamente integra las Masas Corales del Conservatorio del Tolima haciendo parte del grupo de tenores primeros. Es luego vinculado por el Magisterio Tolimense como solista y obtiene el primer puesto en el Concurso Nacional para Grupos Artísticos de Maestros, convocado por el Museo Nacional de Colombia. Con el grupo Malibú se presenta por iniciativa de José Ignacio Arciniegas en un tablado popular de la Gobernación del Tolima, donde es aclamado por el público asistente por su especial interpretación de nuestros aires tolimenses.

En los años 1974 y 1976, figura como finalista del Concurso La nueva estrella de las canciones de Jorge Barón en representación del Tolima y participa luego como tenor-solista en la Coral Achuen-TY, dirigida por el maestro Alejandro Mantilla, en el Concurso Internacional de Coros en Ibagué, año de 1979.

En 1982 y 1984 se presenta al Concurso Mono Núñez para intérpretes de música colombiana y es finalista en ambas oportunidades en la categoría de solista vocal en el evento de Ginebra, en representación del departamento del Tolima. Es invitado luego otra vez al programa La nueva estrella de las canciones y a Embajadores de la música colombiana en sus emisiones nacionales e internacionales; y entre el 20 y el 26 de febrero del año 84 participa en la gratamente recordada Toma Artística de Bogotá por el Tolima en el Teatro Nacional y la Media Torta, organizado por el Instituto Tolimense de Cultura a cargo de María del Pilar Gutiérrez. Por esa misma época es galardonado con el Acuerdo de Honores al Mérito Artístico del Concejo de Ibagué y es llamado luego como invitado especial a la celebración de los 50 años de vida artística del maestro Darío Garzón.

En esa incansable actividad con la música, José Ariza ha grabado su voz y sus canciones en importantes casas disqueras como el sello Cámara-Jorge Barón T.V. Ciudad Musical-Nuevas Voces Colombianas, con la dirección artística de Clara Pardo Rodríguez y Augusto Labrador, patrocinado por la Empresa de Transportes Velotax. Otra importante grabación fue la realizada como Homenaje a Pedro J. Ramos, con el apoyo de Coltolima así como La Gran Fiesta del Año donde vuelve a ser su director artístico el maestro Labrador.

Discípulo en la técnica vocal de los maestros Gilberto Escobar y Leonel Villa Alzate, Ariza es considerado como uno de los más importantes intérpretes de la música andina Colombiana, siendo el género del bambuco el escogido con preferencia en sus presentaciones y grabaciones; aire musical tan nuestro, heredado desde su infancia en Belén, de su tío, el inolvidable cantor “Caperuso” que le enseñó a llevar los bambucos en el corazón y siempre a flor de labios para ser cantado.

Actualmente, José Ariza, combinando su actividad musical con su oficio de docente, se desempeña en la rectoria del Colegio Distrital Sorrento de Bogotá.