LIBERTAD

 

El harapo del vagabundo, trama

carnal en cuyos hilos

se abriga el cuerpo errante, vive

su caminar como el chorro

del sueño del sueño, hecho de humildes letras

diarias, de quebrantos tejidos

en la noche, y es más puro

que la virtud, más abundante

que la opulencia, cristal donde

la fundación del mundo se trasluce

más desnuda, porque nadie

puede ser tan humano

como esta libertad.