ALDEA PRIMITIVA
Cifrada en la memoria está la orilla
donde perdimos la brújula
y el norte
de nuestra quilla victoriosa
en los lejanos recodos de la infancia.
Tras ella navegamos
como madero de naúfragos
ávidos de luz y certidumbre.
Y al final
sólo una nada inmensurable
la irresistible soledad del ser
o el preludio recóndito
de llevar sólo por dentro el paraiso.
La infancia es esa orilla
donde fragua sin prisa la nostalgia.