OSCAR AMAURY ARDILA

Con una guitarra al hombro, una melena descuidada y una barba de meses, Oscar Amaury parecía encarnar en su figura la imagen de los jóvenes de la generación de los sesenta, sólo que él no se quedó pidiendo paz y amor sino que fue dejando mensajes contundentes a sus ocasionales escuchas predicando la igualdad social.

Oscar Amaury nació en Villarrica el 21 de marzo de 1961, permaneció allí durante sus primeros años de infancia, estudió parte de la primaria en la escuela pública y luego viajó a Ibagué, donde concluyó sus estudios en el colegio Tolimense.

La música y el arte le vienen por familia. Su abuelo paterno, Carlos, músico y abogado; su abuelo materno poeta y escritor. Quizá por esos imperativos de la sangre, desde muy pequeño se inclinó por la música, pero esta vez por el ejemplo directo de su padre, quien le hizo adentrarse en esta expresión. Don Santiago, músico y funcionario de la Caja de Crédito Agrario, tocaba guitarra con alguna propiedad y participó con un grupo en los primeros festivales folclóricos. Al calor de esas fiestas, al ver el interés de su hijo por este instrumento, le regaló una guitarra pequeña y con el tiempo se dedicó a enseñarle algunas posturas que Oscar asimiló rápidamente.

En la época estudiantil participaba en las semanas culturales donde interpretaba siempre la guitarra y dejaba escuchar su voz contra las injusticias. Poco a poco iba ampliando su repertorio, sobre todo por aquellos años en que la canción protesta se convirtió en moda y se decía con música lo que otros hacían con retórica insulsa.

Inició estudios de ingeniería forestal en la Universidad del Tolima y allí ganó una mención en un concurso con una canción de su hermana Staruska, -pintora y teatrera-, titulada Pasajero, pero se retiró. Fue nombrado funcionario en la Electrificadora del Tolima y encontró en ese ambiente la posibilidad de desarrollar sus concepciones políticas. Entró entonces al sindicalismo y a abogar por los derechos de los grupos sociales.

Como dirigente sindical comenzó a destacarse en el orden regional y pronto estuvo asistiendo a asambleas nacionales y congresos. También hizo parte de las comisiones asesoras y negociadoras, donde tuvo activa participación en la elaboración de políticas de defensa para los trabajadores colombianos y en importantes reivindicaciones económicas.

Oscar Amaury siguió practicando la guitarra y realizando algunas composiciones que fue guardando. Por su vinculación al sindicalismo conoció a Ricardo Varón, un funcionario de la salud que también tenía inquietudes musicales y fundaron el dueto Selva Adentro, agrupación muy popular en el contexto de las actividades culturales de los sindicatos.

Amante de la música latinoamericana con contenido social y en especial de la trova cubana, Oscar se dedicó a preparar un repertorio amplio y con su compañero de dúo se propuso visitar a los huelguistas, a los estudiantes que protestaban, a los campesinos en sus marchas, y a los habitantes de barrios populares que sublimaban en esas canciones una esperanza de cambio, una segunda oportunidad sobre la tierra. De esta manera supo combinar muy bien sus dos actividades centrales, el sindicalismo y la música.

También realizó recitales en bares, tertuliaderos y otros espacios adonde llevó el eco de cantores anónimos. Con Ricardo Varón, Selva Adentro se tomó la ciudad de la música y se adentró en el sentimiento de los obreros, estudiantes y comunidad en general.

Muchas veces fue amenazado por su trabajo sindical y por sus actividades culturales y con el tiempo tales agresiones se volvieron tan asfixiantes que la misma empresa donde laboraba optó por becarlo para que estudiara derecho en Bogotá y evitar así el acoso de sus adversarios.

Oscar fue nombrado por los artistas tolimenses como su representante en el Fondo Mixto de Cultura donde realizó importante gestión en el apoyo a las actividades de promoción en este campo. Estudiaba en Bogotá y viajaba continuamente a su ciudad a visitar a su esposa, su hija, su madre y amigos.

El dueto Selva Adentro obtuvo un reconocimiento en el concurso de la canción inédita realizado en 1996 en la ciudad de Ibagué, con textos del poeta Carlos Castillo, música de Oscar Amaury y figuración con el tema Estampido de guitarra, canción que fue grabada en un larga duración con otras 90 obras también galardonadas.

Oscar Amaury cursaba quinto semestre de Derecho en la Universidad Inca de Colombia, cuando ganó un concurso con una canción de su autoría.